Cuando se habla de la producción de legumbres en Argentina, hay que mirar al norte, y bien al norte, porque Salta es la referencia insoslayable en esta producción, en especial si hablamos de porotos.
Incluso al norte de esta provincia, es donde florecen las grandes industrias que producen, industrializan, comercializan y exportan los frutos de la tierra, además de abastecer el mercado interno, que consume solamente el 10% de lo producido.
Pero no siempre fue así. El corrimiento del mapa productivo de Salta tiene que ver con la historia de las tecnologías en soja y maíz, que hicieron que la zona de Metán, al sur provincial, deje de ser la capital legumbrera, y eso se traslade al norte, a localidades como Pichanal, Orán, Tartagal, etc.
“Hoy, el corazón productivo de los porotos blancos de color, es el norte de la provincia de Salta”, afirma Nicolás Karnoubi, director de Olega, una de las empresas pioneras en la producción de legumbres en la región y testigo del corrimiento de los porotos dentro de los límites provinciales.
“Empezamos siendo una empresa comercializadora de productos terminados. Hacíamos exportaciones, básicamente. No éramos productores, no éramos procesadores, solamente comercializábamos y exportábamos productos como arveja, el mijo y el poroto, que fue el primer gran producto que empezamos a hacer en gran volumen, contó a Bichos de Campo Nicolás Karnoubi.
Con mucha precisión el joven, narra una historia en la que asegura: “Olega llegó a ser una de las principales empresas en hacer poroto y exportarlo desde Argentina. Ya en aquel momento teníamos planta de porotos y después nos volcamos a la producción y al maní”.
Con el correr de los años e instaurada la tendencia de diversificar producciones, la también más antigua de las empresas dentro de la Cámara de Legumbres de la República Argentina (CLERA), se volcó a la producción de maní al sur de Córdoba, donde radican al menos tres de sus plantas procesadoras, y por lo que también son conocidos hoy en día.
Por supuesto, que desde 1960, año en el que se fundó la empresa, hasta la fecha, bastante llovió. Olega ha mutado mucho. Casi como Salta. Controlan más de 40.000 hectáreas implantadas con maní, soja, maíz, porotos y garbanzos, distribuidas en las Provincia de Córdoba, Buenos Aires, La Pampa, Salta y Jujuy.
Es por esto que Karnoubi explica que la región del norte de Salta resulta propicia para las legumbres, pero no así para la producción de maní, que nativamente surgió de esas latitudes y tiene las capacidades ambientales para su correcto desarrollo. Aun así, están en danza proyectos para la generación de semilla de maní, pero no para la producción y la industrialización.
Mira la entrevista completa a Nicolas Karnoubi:
Actualmente, además de exportar legumbres como en sus inicios, también produce y procesa granos secos que tienen como destino el mercado internacional. Pero como al resto de sus pares, le toca lidiar con las características productivas de cada zona.
“Es muy distinto producir en el centro del país y producir en el norte del país. El riesgo, ya lo hemos vivido en los últimos tres años. Si nos remontamos a las últimas tres campañas, hemos tenido una buena o muy buena campaña en el centro del país. En el norte hemos tenido tres años consecutivos malos en términos agrícolas: escasez de lluvias, heladas tempranas y muchos problemas de producción este año”, explicó el también expresidente de CLERA.
Y agregó: “Es un desafío enorme producir en el norte. Logístico y de infraestructura, o tema contratistas. Es todo mucho más complejo producir en el norte. Tenés que pensar lo que cuesta conseguir un camión y lo que cuesta el traslado de la mercadería hacia los puertos. Lo que se pierde básicamente por infraestructura es competencia”.
-Hablaste de contratistas y mano de obra ¿Es otra de las dificultades, particularmente aquí en esta región?
-Exacto, es otra de las dificultades dependiendo del cultivo, es mucho más complejo. Quizá no en Salta centro, propiamente. Pero cuando vos te tenés que ir a producir a Tartagal, a Pichanal o más al norte, cerca de Bolivia, es muy complejo. Te puedo dar el ejemplo de hacer maní, te diría que es casi inviable producirlo en el norte, donde las tierras son adecuadas en muchos casos porque estamos a la misma latitud que los que lo producen en Brasil. Sin embargo, es muy complejo producir maní por tema contratistas.
-¿Entonces más allá de la mano de obra, es posible, pensar en un maní desarrollado aquí en el norte, particularmente en Salta?
-Nosotros particularmente hemos hecho muchas experiencias, con dos de las principales empresas que hacen maní. Las experiencias son muy irregulares a lo largo del tiempo. Con resultados, malos comparados con Córdoba. Muy complicada la logística de cosecha, muy complicada el tema de la aflatoxina (toxina presente en el maní), en Salta está descontrolado. Muy complicadas las plantas de proceso, no hay ninguna planta de proceso que se asemeje a las principales plantas de Córdoba. Y por último, y lo más importante, la tierra. No es que la tierra no sea apta en el norte, sino que se hace imposible encontrar 500 hectáreas juntas idóneas para producir maní.
No obstante Karnoubi, no descartó la posibilidad de sembrar maní en esta zona para la producción de semillas. “Lo único que se puede pensar en el norte para producir en lo que sea maní, es producir semillas. Es algo que se está haciendo porque tiene muy buen PG (poder germinativo), porque el norte tiene mucho calor y mucha humedad. Hay un montón de cosas que a la semilla no le afectan. Entonces puede ser un polo de producción de semillas muy interesante a nivel comercial.
-¿Por qué el maní no forma parte de la cámara de legumbres argentinas, que es una leguminosa?
-Bueno, porque cuando nos referimos a la Cámara de Legumbres de la República Argentina nos referimos puntualmente a legumbres secas, que son el garbanzo, la lenteja, la arveja y los porotos. El maní es otra cosa. Es de la familia de las leguminosas, pero no tiene nada que ver con las legumbres secas.
Así es el maní es otra cosa. La Cámara del maní tal vez sea el lobbista más importante del país. El maní compite con ventajas impositivas contra cultivos como el girasol. El maní ha dejado de ser una economía regional.