Por tres meses, hasta mediados de noviembre, regirá un congelamiento de los precios de los combustibles, que incluye al gasoil, uno de los insumos más sensibles en las cuentas de los productores agropecuarios. La medida, que coincide con la siembra de soja y maíz, uno de los periodos del año de mayor demanda de este combustible (el otro es la cosecha gruesa), formó parte de un paquete de medidas para reactivar el consumo y aliviar el peso de la feroz devaluación sobre la economía de la gente. Macri habló con el dólar ubicado por encima de los 60 pesos.
El congelamiento temporal de los precios del gasoil, del cual el agro demanda más de 11 mil millones de litros al año, cerca del 30% del consumo total, ha sido el único anuncio que impacta directamente sobre los productores agropecuarios dentro del paquete de medidas del gobierno para recuperar la confianza del electorado de cara a las elecciones de octubre próximo.
Otro dato destacable es que el presidente no hizo mención a un posible retoque de las retenciones a la exportación, confirmando así que el gobierno descartó aplicar por el momento esa medida. Fuentes de todo tipo y color habían alentado el martes el rumor de que el decreto que establecía una suba de las neo-retenciones -de 4 a 6 pesos por dólar exportado- ya estaba redactado y listo para aplicar. El ministro de Agricultura, Luis Miguel Etchevehere, aclaró en las redes sociales que la medida no formaba parte del paquete. Y Macri confirmó al no hacer mención del asunto.
Hay que aclararlo. Más allá del mal humor que le versión despertó en la comunidad agropecuaria, la meneada suba de las nuevas retenciones de 4 a 6 pesos hubiera implicado una corrección para retomar los niveles iniciales de ese tributo implementado hace un año, el 31 de agosto de 2018. Es que la devaluación constante del peso provocó que el impacto del impuesto fuera diluyéndose con el correr de los meses, pasando de un 10 u 11% inicial a 5 o 6% en la actualidad, con el dólar de 60 pesos. En rigor, hoy la retención a la soja está más baja que hace un año, en términos porcentuales. Supera apenas el 25%, cuando arrancó más cerca del 30% (la soja tributa 18% fijo más estos 4 pesos por dólar).
El gobierno de Macri, que prometió eliminar estas retenciones adicionales en diciembre de 2020, es decir en un nuevo periodo de gobierno, tiene la facultad de incrementar ese tributo hasta el 12% del valor FOB de exportación. Por ahora entonces no recurrirá a esa posibilidad.
Por otro lado, un dato cierto es que esas neo-retenciones deben ser pagadas por parte del exportador unos 15 días después de concretado el embarque de granos (en el caso de las pymes los plazos son más extensos y crecen hasta 90 días), con lo cual la mayor parte de la recaudación adicional iba a se recaudada por la próxima gestión. Es decir, en caso de que se confirme el resultado de las PASO en las elecciones generales, por el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.