Luis María Migliaro es productor, ha sido funcionario (ocupando altos cargos en la ex Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario), y es un histórico militante del radicalismo, al punto tal que es coordinador agropecuario de la Fundación Alem.
Migliaro envió a Bichos de Campo esta nota de opinión sobre las últimas medidas del Ministerio de Economía vinculadas al Registro Único de la Cadena Agroalimentario (RUCA):
“El gobierno sigue con la motosierra que, entre otras promesas, le sirvió para ganar las elecciones. Dicha propuesta se mostraba como una de las soluciones a los problemas argentinos.
Oportunamente, advertimos de los riesgos que acompañan achicar el Estado con un instrumento tan grosero como la mencionada motosierra, para esta propuesta de ajuste. Lo que se necesita primero es realizar un estudio y planificación de objetivos y propuestas de “por qué y para qué” se necesitan realizar las modificaciones en el Estado, las reducciones o readecuaciones, que seguramente son necesarias para la modernización, que consideramos es imprescindible hacerlo.
Hoy vemos como se pone en funcionamiento la Resolución 69/2024 que elimina la obligación de inscribirse en el RUCA en la categoría de “Comprador de granos para uso propio”. Esto está destinado a eliminar una obligación de los productores que necesitan comprar granos, que debían hasta aquí inscribirse en este registro del organismo de control comercial, para que el Estado pueda monitorear los movimientos de granos.
Me pregunto: ¿Este es problema que tienen hoy los productores? Creo que el Estado los molesta mucho más por otros temas que no se abordan.
Argumenta la resolución que con la inscripción en la AFIP es suficiente. Recuerdo que este organismo solo está para cobrar impuestos, es decir verificar el cumplimiento de los pagos correspondientes a dichas operaciones. No es su función desarrollan políticas productivas.
El RUCA es un registro para receptar los movimientos comerciales de granos y carnes. Esa información es un elemento indispensable para diseñar políticas agropecuarias de producción a mediano y largo plazo. En esta oportunidad solamente vamos a analizar la producción de maíz.
Nuestro país produce unos 50/60 millones de toneladas por cosecha, de las cuales algo más del 70% tiene como destino la exportación. El resto lo absorbe la molienda seca que consume 200 mil, la molienda húmeda con 1,5 millones de toneladas, la producción de bioetanol con 1,8 millones de toneladas, y el resto se destina al engorde de animales, para la producción de carnes rojas y de aves.
Vemos el cuadro y si nos comparamos con Estados Unidos o Brasil, la situación es diametralmente opuesta. Ellos exportan solo 14% o 40% de su producción en grano, el resto se industrializa o lo consumen.
La pregunta es: ¿Es bueno que la Argentina exporte como mínimo más del 60% de su cosecha de maíz como grano sin industrializar?
La respuesta es más que obvia, no estamos haciendo lo correcto con el destino que le damos a la producción de maíz. Consecuentemente no agregamos valor a la producción, a pesar de tener un constante incremento en la producción de pollos, donde su dieta tiene 80% de maíz, se mejoró mucho la genética, manejo; y la producción porcina, que también es altamente demandante de maíz. La ganadería tiene mucho por mejorar, pero su potencial de crecimiento no tiene límites, si se aplican las políticas de modernización a la industria frigorífica y fundamentalmente se estimula la exportación, producimos la carne bovina de mayor valor y que más se demanda y mejor se paga en el mundo.
Con respecto al bioetanol, solo falta la decisión de aumentar en forma sostenida el porcentaje de corte en las naftas, para impulsar esa industria y dejar de importar combustibles, cuando tenemos la posibilidad de autoabastecernos.
Ahora, viendo todo esto, me pregunto: ¿Es una buena decisión dejar de recibir la información necesaria de los movimientos comerciales del maíz, para elaborar políticas de estimulo al consumo e industrialización de este grano de gran calidad nutricional?
La motosierra solo sirve para hacer un spot publicitario, que quiere demostrar que se reduce el gasto público, que se le quita burocracia a un sector. La dirigencia rural la aplaude… Lo que se está logrando con esta resolución es que avancemos sin ver un horizonte, es que sigamos sin crecimiento, sin desarrollo y sin agregar valor a una excelente producción, como es el maíz, cuando debiera ser un ejemplo de cómo potenciar la agroindustria.