Ingeniero agrónomo y vicepresidente del INTA entre 2011 y 2015, durante el último gobierno kirchnerista, el diputado Luis Basterra es una de las mejores espadas que tiene el peronismo para discutir la política agropecuaria de Mauricio Macri. Fue lo que hizo en la reunión anual convocada por Fundación Barbechando para debatir la agenda parlamentaria para el campo. Allí retó al Gobierno por trabar en el Senado varias leyes importantes para el sector y por degradar las políticas específicas para la agricultura familiar.
“Creo que el Gobierno tiene una gran deficiencia con respecto a lo que significan los sistemas productivos. El campo no es un conjunto homogéneo de intereses, porque tiene un gran componente territorial y social”, avisó Basterra en diálogo con Bichos de Campo.
En ese sentido, el diputado por Formosa indicó que con la gestión macrista “han habido medidas que estimulan la producción para los sectores medianos y grandes, porque es evidente que hay una toma de renta mayor por parte de estos sistemas”. Pero manifestó su decepción con las políticas destinadas a los pequeños productores. “Las economías regionales y la agricultura familiar requieren de un acompañamiento del Estado, para que esos productores puedan tener rentabilidad y sin depender de nadie puedan llevar una vida digna”, explicó.
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“Lo que ha hecho el Gobierno es ir bajando la importancia de este sector. De movida, bajó de Secretaría de Agricultura Familiar a ser parte de una Subsecretaria. Por ende, le ha quitado la importancia estratégica que nosotros pensamos tiene la familia rural. Porque acá hay 250 mil familias relacionadas a la agricultura familiar. El grueso del que habita el campo pertenece a la agricultura familiar”, recordó. También lamentó la falta de reglamentación de la Ley de Agricultura Familiar sancionada en 2015.
Pero el legislador criticó además la falta de voluntad en el oficialismo para discutir las leyes que deberían ser de interés del llamado “agronegocio”, como la Ley de Agroquímicos (Alfredo de Angeli la detuvo en el Senado) o la Ley de Fertilizantes, que solo tuvo media sanción y ahora perdió estado parlamentario.
“No le encuentro la lógica”, se lamentó Basterra. “La de fitosanitarios era una ley muy trabajada y no es un problema del sector de la agricultura familiar. Hace a toda la estructura agraria y hace a la sociedad”, agregó.
El político, por otro lado, consideró necesario discutir nuevas leyes de promoción para ciertas actividades, sobre todo pensando en que “el productor se involucre en el proceso de agregado de valor”. Puso como ejemplo a la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA).
“En algunos sectores se requiere promoción. En nuestro gobierno las retenciones actuaban así, porque implicaban que a las materias primas convenía transformarlas para agregarle valor. Hoy esa diferencia es menor y en el caso del maíz no existe. Son abordajes diferenciales que se requieren para ir hacia algún modelo de agregación de valor, porque si no lo que vamos a seguir ampliando es la capacidad portuaria para exportar esos productos en bruto”, sostuvo Basterra.