Pasó por la Argentina el agrónomo mexicano Ernesto Cruz y levantó polvareda con sus declaraciones sobre lo que deben hacer los productores locales si quieren al menos duplicar sus rendimientos en maíz. Algunos lo tildaron de chanta, pero la inmensa mayoría lo escuchó largas horas, con mucha atención.
Lo que pocos saben es que Cruz ha venido visitando la Argentina no porque tenga ganas sino porque hay un grupo de productores que están tratando de replicar al menos algunos de sus consejos en campos que manejan. A modo de chanza, y no tanto, los bautizamos en Bichos de Campo como los “Salieri de Cruz”. Presentaremos reportajes con algunos de ellos a partir de ahora y en los próximos días.
Empezaremos con José Folguera, un joven agrónomo que trabaja especialmente en el sur de Córdoba como asesor de la firma especializada en maní Prodeman, que trabaja unas 50 mil hectáreas de cultivos en rotación sobre campos alquilados.
Mirá la entrevista:
Él mismo cuanta cómo se acercó a Cruz. “Un poco la movilidad que tuvimos con varios asesores de la zona fue aumentar la productividad y bajar los costos por tonelada producida. Hoy estamos pensando en los costos por hectárea, en las indiferencias que necesitamos sacar. Y un poco la idea es mejorar las cuatro o cinco variables más limitantes que vimos en la zona de Córdoba. Para eso nos estamos capacitando y formando en alto rendimiento”.
“Esto es un paso a paso, como dice Ernesto. Nosotros encontramos la solución para elevar la productividad de maíz, que es nuestro cultivo estrella, y bueno, estamos con lotes promedio de 12 a 13 toneladas en secano”, contó José, que celebró: “O sea, estamos muy por encima del costo de indiferencia hoy con los precios actuales de mercado”.
-¿Y cómo se hace? ¿Cuál sería la llave?
-Hay que formar equipos, trabajar en equipo. Nosotros la base que tenemos es un mix con maní -que nos da rentabilidad-, soja, maíz, maíz pisingallo, trigo, y en esa rotación ir mejorando, aumentando la fertilidad de los suelos, mejorando la nutrición, la calidad de la siembra, descompactando con cultivos que utilizan herramientas y sistemas que no son de mínima labranza sino que son de conservación.
-El maní lo que tiene es que, de algún modo, te impide seguir con la lógica de la siembra directa, sin mover el suelo. ¿Después es hacer un mix de rotación como para recuperar fertilidad?
-Exacto. El propietario de la tierra lo que siempre tiene en cuenta es un 30/40% de su campo poder hacer la rotación con maní. El maní se puede hacer en directa, pero generalmente lleva un movimiento de suelo, una labranza mínima. Después del maní se hacen cultivos como trigo, centeno, cobertura con vicia… Distintas estrategias que usa el agrónomo para la protección de los suelos. Ahí está muy fuerte lo que venimos estudiando y aprendiendo y probando. Es qué condición tengo particular de cada ambiente y cómo tengo que nutrir cada uno de los predios a los cuales estoy asesorando.
-¿La rotación es clave? Tenés que tener un esquema a largo plazo, no podés pensar campaña por campaña.
-Nosotros planteamos una estrategia a largo plazo, y en todos los arrendamientos intentamos interactuar con el dueño de la tierra. ¿Para qué? Para hacer una rotación y un manejo, y hacer una construcción de fertilidad de suelo. La lógica de la sustentabilidad, que es una palabra que viene a decirnos que nosotros no podemos sacar más de lo que lo que ponemos, o en realidad lo que necesitamos hacer es todos los nutrientes que que salen del sistema, al menos reponerlos. Esa es un poco la lógica de la cual nosotros estamos trabajando.
-¿Incluyen cultivos de servicio, cultivos que no son de renta?
-Los incluye en algunas situaciones del sur de Córdoba, situaciones con texturas franco a franco arenosa, cultivos como centeno, vicias, trigo. Es decir coberturas que están en este momento implantadas para la protección de erosión eólica, o de cualquier tipo de erosión.
-¿Lo entiende el dueño del campo? Porque el dueño del campo debe pretender una renta alta lo más alta posible y vos le tenés que explicar que hay que hacer un mix, porque lo que está en juego es el capital suelo.
-En general todos los dueños de los campos están viendo la forma de construir la fertilidad de los suelos, que es el patrimonio familiar o el patrimonio de su empresa. Nosotros como compañía lo que logramos es aumentar la rentabilidad, pero también proteger y conservar a la vez,. El suelo es el único recurso que no podemos renovar. En millones de años, se renueva 1 centímetro de suelo.
-¿Están viendo que se puede renovar? ¿Se puede recuperar fertilidad?
-Se pueden hacer muchos cambios para, de alguna manera, bajar la cantidad de extracción de nutrientes que hacemos. Básicamente hay que saber cómo aplicar la nutrición, que no es lo mismo que fertilizar. Hoy, básicamente, en general, toda la información que tenemos es para hacer una fertilización, que es colocar una fuente de nutrientes en un determinado momento y en un determinado lugar. Hoy lo que estamos viendo es que las plantas van a necesitar para elevar la productividad, una fuente adecuada en función al tipo de suelo, en un momento adecuado. Todo eso es lo que estamos trabajando a largo plazo. Aprendemos a trabajar con todos los nutrientes, no solo con nitrógeno, fósforo y azufre, por ejemplo. Nosotros tenemos un trabajo de nutrición muy integral de todos los nutrientes que estamos viendo en campo.
-Y ahí tiene sentido lo que dice Cruz… Lo primero que hay que hacer es hacer análisis de cada campo y recopilar datos.
-El diagnóstico es fundamental, después viene la parte de interpretación, después viene la parte de agricultura de precisión, que también incorporamos en los predios, y todo el conocimiento que año tras año trae la experiencia y de trabajar en equipo con distintos asesores.
-¿Y cuán lejos está el común de los productos de hacer las cosas de este modo?
-Una de las principales limitantes que vemos es, primero, que tenga su asesor, que eso es fundamental. Segundo, hacer bien los diagnósticos e interpretar correctamente. Tercero, comprar bien, eso es fundamental. Si no tengo el diagnóstico, no sé qué comprar.
-¿A veces se gasta plata al pedo?
-Exacto, hay que comprar fuentes de nutrientes que realmente tengan un impacto económico en el sistema. Y eso es particular para cada situación. Hoy con agricultura de precisión es más simple, y tenemos muchísima digitalización, y ya está todo en un, está todo en un celular o en una plataforma, con lo cual uno puede analizar e interpretar esos datos.
-¿Es muy difícil hacer ese clic mental?
-No, es cuestión de compromiso, ser apasionado por la profesión, plantearse los objetivos. Nosotros tenemos todo en secano, y dependemos mucho de los problemas climáticos. Gran parte del problema es climático, pero también gran parte de las soluciones van a venir del lado de las prácticas de manejo. ¿Cómo hacemos las cosas, cómo sembramos, cómo tenemos los suelos, cómo nutrimos, cómo cosechamos, cómo se hacen las operaciones de campo, qué capacitación tiene la gente? Todo eso influye en el resultado final.