En el último ejercicio financiero, que coincide con la campaña agrícola 2018/19, los créditos que el sistema bancario formal otorgó a los productores agropecuarios se achicaron 16%, al calor de la crisis económica. En el sector financiero esta crisis se expresa con altísimas tasas de interés, que no se compadecen con las posibilidades de pago de las diversas actividades productivas.
Un interesante informe del equipo de economistas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) precisó que al 30 de Junio de 2019, el saldo consolidado de la deuda bancaria para el cultivo de cereales, oleaginosas y forrajeras era de 2.163 millones de dólares, cuando un año atrás dicha cifra ascendía a 2.567 millones. “Esto implica una caída del 16% en términos interanuales medido en dólares”, precisaron Julio Calzada y Federico Di Yenno, autores del estudio.
En pesos, en cambio, las cifras son engañosas. Por que lo que parece un crecimiento si se mide en pesos la masa de créditos bancarios al sector, todo se transforma en una nueva caída si se le agrega el componente inflacionario.
“Pasó de 74.081 millones de pesos el 30 de junio de 2018 a 91.794 millones al 30 de junio de 2019. Implica un crecimiento del 24% interanual, cuando la inflación del período fue del 54% anual. El crecimiento del financiamiento de los productores agropecuarios en el último año estuvo por debajo de la tasa de inflación y muestra la reticencia de muchos de ellos a financiarse con el sistema bancario por las elevadas tasas de interés, especialmente en las operaciones en pesos”, analizaron los economistas de la BCR.
Pero que los productores y los bancos no se estén llevando demasiado bien no quiere decir que a otros sectores les vaya mejor. Dice el trabajo de la BCR que “en los últimos 5 años el stock de deuda con los bancos de los productores agrícolas se mantiene relativamente estable cuando se lo compara con el total de financiaciones otorgadas a la producción primaria. Se ubica en valores cercanos al 26/27%”.
“Esto significa que los préstamos a productores de granos es aproximadamente la cuarta parte del total de préstamos otorgados a toda la producción primaria de Argentina. No hay cambios significativos en los últimos años”, se destacó.
Pero por el retroceso en el financiamiento de otros tipos de créditos (básicamente al consumo), “el campo y la producción de granos aumentan su participación relativa en el total del financiamiento bancario de Argentina”.
Al 30 de junio de 2016 el stock de deuda de los agricultores representaba el 2,9% del total de las financiaciones otorgadas a todas las actividades económicas en Argentina. Tres años después, al cierre del ejercico 2019, dicha participación ha aumentado al 4%.