Manuel Ron es el presidente de Bio4, una de las plantas más grandes de bioetanol. Fue instalada hace varios años ya en Río Cuarto, en Córdoba, por un grupo de productores agropecuarios tentados en agregar valor a sus cosechas de maíz. Ahora se quejan de que la constante alteración de las reglas de juego en el negocio conspiran contra aquella decisión de apostar a los biocombustibles.
En Jonagro, la jornada anual organizada por CRA, Manuel Ron, el presidente de esa compañía rememoró: “Decidimos diversificar y agregar valor para poder generar fuentes de trabajo locales, estabilizar nuestros negocios y salir de la disyuntiva de sólo producir maíz y lidiar con costos de transporte. Veíamos que en Estados Unidos se asociaban para montar plantas de etanol y eso diversifica los flujos de una empresa”.
“El asociativismo fue la llave maestra para meternos en este negocio. Nos permitió jugar en primera y competir con las multinacionales. De otro modo hubiera sido tarea imposible”, añadió el empresario.
Desde que en 2012 empezó a funcionar la primera planta de bioetanol a partir de maíz, “nos cambiaron las reglas de juego muchas veces, por eso creo que es importante tener reglas de juego claras”, indicó Ron.
El presidente de Bio4 cree que hay que recuperar lo antes posible una senda previsible. “Las bioenergías son la forma más rápida de consumir los granos. El caso más notable es el de la bioenergía del maíz. Si se puede armar el activo fijo que es la planta de transformación este proceso se da de modo veloz”, explicó. Y comparó que “la industria alemana transforma el 35% del maíz que produce para hacer biogás. Este tipo de energías transforman la materia prima, dan valor en origen y generan empleo y conocimiento en el interior de un país. Es un modo rápido de transformar la realidad de los pueblos”.
Ron apuntó que en la Argentina hay una docena de plantas de bioetanol en producción y por el plan Renovar se esperan otras 10 plantas. Por ende el potencial de aumentar el etanol en las naftas es posible. Pero se requieren políticas adecuadas.
Bio4, es una planta que consume 200.000/ 230.000 toneladas de maíz al año, dependiendo de la molienda. Genera bioetanol, burlanda húmeda, burlanda seca, vinaza y dióxido de carbono que es lo que producen las levaduras en el proceso de fermentación. Produce 90.000 metros cúbicos de etanol por año
La desventura actual del sector con el gobierno de mauricio Macri se agravó a principios de 2019. “Desde febrero que venimos con un precio del etanol muy pisado, muy artificial que está 20 centavos por debajo de la paridad del etanol de Brasil. A nosotros nos pagan 40 centavos de dólar” por litro, explicó Ron.
Según el empresario, “decidimos ampliar la destilería en un 50%. Hay capacidad instalada para seguir aumentando el corte. Pero pedimos que la industria lo contemple. En Brasil, el corte del etanol en las naftas es del 27,5% y en Argentina es del 12%, pero podríamos llegar incluso al 19%”, indicó.