En las redes sociales y los grupos de celulares que comparten los productores del Chaco han proliferado en los últimos días algunos hashtag (etiqueta, en inglés) llamativos, como #NOSiEMBRONUNCAMASGIRASOL o #ASAGIRPAYASA.
Los insultos a ASAGIR, la asociación de la cadena del girasol, no han sido nada normales en los últimos años, y por eso son doblemente llamativos. Pero los productores chaqueños acusan a esa entidad de haber promovido una siembra masiva del girasol en el norte, y de no hacerse cargo ahora que los precios se desplomaron, provocando pérdidas a muchos de los que apostaron al cultivo.
Según una estimación del Grupo Agroperfiles, los productores de girasol de la provincia del Chaco perderán 51.427.760 dólares, incluida la bonificación de la materia grasa, en la campaña 2018/2019 por las distorsiones nunca resueltas por el Estado en el mercado de ese cultivo.
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¿Qué dicen los productores? Que ellos sembraron con una expectativa de precios de entre 300 y 310 dólares por tonelada de girasol, pero ahora que ha llegado a la cosecha los precios a los que se puede colocar la mercadería solo alcanzan los 217 dólares. Con una superficie sembrada récord de 468.000 hectáreas, la provincia pudo obtener la cosecha “primicia” de esta campaña.
Pero ni eso, ser los primeros en llegar al mercado, sirve de consuelo. Tan enojados están los productores con este escenario de pérdidas masivas que incluso algunos alientan la idea de no volver a sembrar girasol la campaña que viene. Y hasta analizan la posibilidad de boicotear el remate del primer lote de girasol -entregado por un productor de la zona de campo Largo-, que se realizará el 28 de febrero.
“Creo que deberíamos estar presentes en ese remate y hacer oír nuestros reclamos en ese ámbito con más fuerza y contundencia que nunca, sobre todo haciendo hincapié en la ignominia de parte de ASAGIR en no definir postura en defensa del primer eslabón de toda la cadena girasolera que es la que debe proteger y desarrollar este producto”, señaló el productor y dirigente rural José Luis Schahovsko.
Es que de eso se acusa a ASAGIR: de promover el cultivo, como define en sus objetivos, pero de no hacerse cargo después de la histórica distorsión de los mercados que fijan el precio local del producto, un cultivo que no tiene un mercado internacional de referencia claro y que aquí es demandado solamente por dos o tres grandes aceiteras.
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“El problema se solucionaría creando un mercado de futuros de Girasol. Pero la concentración en pocas manos no genera interés de las distintas bolsas de comercio para impulsar esos mercados. Sostengo que para recuperar al menos 30 dólares de los 47 dólares que nos están robando por tonelada es gestionar la venta a Paraguay y Brasil de girasol a a granel”, estableció otro productor en un grupo de Whatt’sApp. “Si de las 900.000 toneladas producidas en Chaco lográsemos exportar en semilla la mitad, sería un mensaje directo a nuestros queridos amigos de la industria aceitera”, completó irónico.
Según las cuentas de los productores, deberían estar cobrando bastante más por tonelada de girasol de lo que les ofrece ese mercado tan imperfecto, de tan pocos demandantes. Los cálculos son así: “El precio internacional del aceite bajó a poco menos de 700 dólares en referencia Rotterdam. Eso nos da 294 dólares de equivalencia en el girasol, a lo que debemos restarle unos 8 dólares de fobbing menos los 3 pesos por cada dólar exportado”, que es una retención de cerca del 8%.
Peor ni a ese resultado teórico se acercan los precios. “Es una vergüenza que se veía venir el precio del girasol. Tres empresas controlan el precio y el Estado Nacional no hace nada por el productor”, se quejó otro chacarero. Luego sugirió utilizar dos hashtag nuevos: #YONOSIEMBROMASGIRASOL y #AcaEstamosASAGIR.
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Otro empresario afectado por la veloz caída de los precios consideró que “el exportador y la industria saben que siempre tendrán ganancias pagándole menos al productor”. Y se quejó porque “ahí está la llave maestra: ASAGIR es la protectora de toda la cadena y entre otros objetivos dice que desarrollará las acciones que sean necesarias para asegurar la competitividad del girasol y sus derivados. Se lo recordaremos las veces que sean necesarias como tantas veces ya lo hicimos: Los amigos de ASAGIR se siguen olvidando que la comercialización también figura entre sus objetivos permanentes”.
En declaraciones al diario Norte, el productor Cristian Molnar, advirtió que a los bajos precios se suman rindes bastante bajos. “Me parece que con esta situación el productor no cubre los costos. Encima mucho girasol y por ende el precio lo van a tirar para abajo”, señaló.
Javier Druzianich, dirigente de Federación Agraria, añadió que ‘el productor no puede entregar y esperar mucho tiempo para liquidar así como están los números. Hoy no se completa ya sea máquina o insumos o cualquier otro gasto‘, agregó.E