Durante el primer mes de vigencia del “dólar exportador” –en sus dos versiones 70-30% y 50-50%– las ventas de cereales siguieron prevaleciendo respecto de las de soja a causa de la inestabilidad cambiaria presente en la Argentina.
Desde el 24 de octubre a la fecha las operaciones con soja –tanto contratos nuevos como fijaciones de precios de contratos realizados con anterioridad– sumaron casi 910.000 toneladas.
La mayor parte de los productores decide conservar el escaso stock disponible de soja 2022/23 como resguardo de capital ante el “sinceramiento” cambiario que se espera a partir del próximo mes de diciembre con la gestión de Javier Milei como presidente.
En el mercado argentino quedarían sin comercializar unas 2,0 millones de toneladas de soja, las cuales están siendo mayormente conservadas por los productores no sólo por una cuestión cambiaria, sino también de mercado, dado que, al tratarse de un producto escaso y sin posibilidades de ser importado hasta el mes de febrero del año que viene, el valor interno del poroto en los próximos dos meses debería tender a registrar alzas considerables.
Los registros de la plataforma Sio Granos muestran que las necesidades de generación de liquidez en la zona pampeana se vienen haciendo fundamentalmente por medio de la venta de maíz 2022/23 y trigo 2023/24.
De todas maneras, las ventas se realizan ante la necesidad de generar liquidez para cumplir con compromisos impostergables, dado que el mercado de futuros de dólar del Matba Rofex muestra que el tipo de cambio oficial determinado por el gobierno saliente tiene poca vida.
Este viernes el futuro de dólar correspondiente al mes de diciembre próximo cotiza en 785 $/u$s, mientras la posición enero 2024 se encuentra en 910 $/u$s y febrero en 1015 $/u$s.