En el presente mes de noviembre Brasil seguirá abasteciendo de manera apropiada a la demanda internacional de cereales y oleaginosos para así contribuir a mantener “pisados” los valores FOB de tales productos.
La entidad que agrupa a las principales compañías exportadoras brasileñas acaba de publicar la proyección de embarques de maíz del presente mes de noviembre y los números son impresionantes porque anticipan un promedio de 8,35 millones de toneladas en un rango probable de 8,20 a 8,50 millones.
Además de lograr cosechas que crecen año tras año, Brasil tiene un déficit de infraestructura enorme que contribuye a generar embarques gigantescos en los períodos de recolección de maíz. La cuestión es que la mayor concentración de embarques de maíz tardío brasileño coincide con el ingreso al mercado de la cosecha estadounidense del cereal, lo que contribuye a deprimir aún más los precios del producto.
En lo que respecta a poroto de soja, la media prevista es nada menos que de 5,14 millones de toneladas versus 1,91 millones en noviembre de 2022, al tiempo que los embarques de harina de soja serían de 2,26 millones versus 1,34 millones en noviembre del año pasado.
El crecimiento interanual de las exportaciones proyectadas de harina de soja es particularmente significativo y se explica por el hecho de que la Argentina –principal exportador mundial de ese producto en condiciones normales– se encuentra “retirada” de ese mercado ante la falta de disponibilidad interna de poroto luego del desastre climático ocurrido en 2022/23.
Datos oficiales muestran que para el presente mes de noviembre las registraciones de declaraciones de embarques de harina de soja argentina suman apenas 616.377 toneladas versus 1,58 y 1,87 millones de toneladas en el mismo mes de 2022 y 2021.