La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) publicó un informe en el cual se muestra que el margen neto proyectado del cultivo de soja de primera 2025/26 de un planteo tecnológico estándar en la zona núcleo pampeana es de 385 u$s/ha en campo propio y -40 u$s/ha en campo arrendado.
Se trata de una manera inadecuada de reflejar los márgenes proyectados porque las normas contables de cualquier actividad económica indican que resulta indispensable considerar todos los costos al momento de calcular la rentabilidad.
Eso, que es un obviedad en el resto de los rubros económicos, en el agro sigue siendo –aunque parezca mentira– una cuenta pendiente que se refleja en la estimación de márgenes “con y sin arrendamiento”.
Aun en los casos de empresas agrícolas con tierra propia, los márgenes deben ser estimados y consolidados considerando el costo de oportunidad de la tierra, pues, sencillamente, si el margen por obtener al producir es inferior al generado por el arrendamiento, entonces la decisión más racional sería alquilar el establecimiento en lugar de ponerlo en producción.
El valor inmobiliario debe ser contemplado en todas las actividades –agrícolas, ganadera y lechera–, pues, de otra manera, resulta imposible evaluar el valor agregado (o desagregado) generado por la gestión gerencial de la empresa.
En el ejemplo brindado por la BCR, el valor de oportunidad de la tierra es de casi 600 u$s/ha, mientras que el margen neto con un rendimiento promedio de 40 y 50 qq/ha es de -20 y 152 u$s/ha. esa brecha enorme es lo que explica que en las últimas tres décadas muchísimos propietarios abandonasen la producción para pasar a ser rentistas, algo que, si bien en la primera generación puede representar un “golazo”, en la segunda los números comienzan a “apretarse” para finalmente licuarse en la tercera (si es que para entonces la familia sigue conservando el inmueble rural).
También es importante mencionar que la causa de la enorme distancia entre el valor del costo de oportunidad de la tierra y el margen neto del negocio de soja 2025/26 reside en la voracidad fiscal del Estado argentino, ya que el verdadero precio de la Soja Rosario Mayo 2026 libre de derechos de exportación es actualmente no inferior a los 390 u$s/tonelada (y no 311 u$s/tonelada).
Con el valor real de la soja –sin el “robo” del Estado– el margen neto proyectado del negocio de la soja de primera sería de 305 y 630 u$s/ha para el caso de un rinde promedio de 40 y 50 qq/ha, es decir, números que –tal como sucede en Brasil, Paraguay o Uruguay– justifican la inversión y el riesgo asumido. No es, ciertamente, el caso de la Argentina, el único país “subnormal” del Mercosur.






