Los administradores de fondos de inversión agrícolas que operan en el mercado estadounidense CME Group reforzaron esta semana las “apuestas” alcistas tanto en soja como en maíz.
El martes de esta semana –según los últimos datos publicados hoy viernes por la Commodity Futures Trading Commission– los administradores de fondos de inversión agrícolas que operan en el CME Group tomaron posiciones “compradas” (alcistas) de manera muy agresiva en futuros y opciones de maíz. Un fenómeno similar, aunque con menor impulso, también se registró en el caso de la soja.
El fundamento detrás de esa decisión está lejos de ser un misterio: un desastre climático va camino a liquidar buena parte de la producción de soja y maíz argentina en la presente campaña 2022/23.
La tragedia que se está registrando en la Argentina, si bien está “a flor de piel” entre los productores de la zona pampeana y el norte del país, aún no llegó a materializarse en términos numéricos, con lo cual es probable que los precios internacionales no estén reflejando el “agujero” de oferta que habrá en 2023.
En el caso del maíz, tal como viene sucediendo en las últimas dos campañas, los administradores de fondos agrícolas están mucho más “jugados” que en soja porque la oleaginosa –si bien tiene un balance de oferta/demanda en EE.UU. muy comprometido– es un producto de alto riesgo bajista en caso de un recrudecimiento de las tensiones geopolíticas entre EE.UU. y China.
Adicionalmente, las exportaciones de maíz realizadas por Ucrania –un gran jugador global en el cereal– están condicionadas por la buena voluntad del gobierno ruso en el marco de un acuerdo realizado por Vladimir Putin con Naciones Unidas y Turquía.
Las posiciones netas surgen de la diferencia entre las posiciones compradas (“long”, que fijan un precio techo y por ende apuestan a un mercado alcista) y las posiciones vendidas (“short”, que fijan un precio piso y por lo tanto apuestan a un mercado bajista.
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