Los administradores de fondos especulativos que negocian contratos agrícolas en el CME Group (“Chicago”) pusieron “primera” y sumaron con ímpetu apuestas alcistas en maíz, mientras que en soja se mantienen mayormente pesimistas.
El martes pasado –según datos publicados hoy por la Commodity Futures Trading Commission– la posición neta de los fondos agrícolas en futuros y opciones de maíz ya es inocultablemente alcista, lo que implica, en términos promedio, que están anticipando subas adicionales para los precios del maíz.
Las posiciones netas surgen de la diferencia entre las posiciones compradas (“long”, que fijan un precio techo y por ende apuestan a un mercado alcista) y las posiciones vendidas (“short”, que fijan un precio piso y por lo tanto apuestan a un mercado bajista). Tales registros se difunden con algunos días de retraso para evitar que tal información impacte en las cotizaciones de granos.
Entre los factores alcistas estructurales, el número uno es una oferta sudamericana de maíz que –clima mediante– será limitada en función de los requerimientos de la demanda mundial del cereal.
Conab indicó que la cosecha prevista de maíz 2024/25 en Brasil sería –si todo sale bien en términos climáticos– de 119,7 millones de toneladas para generar una oferta exportable de 34 millones, una cifra dos millones inferior a la registrada en 2023/24. A pesar de esa caída en las exportaciones, el stock final del ciclo 2024/25 seguiría siendo mínimo y ubicándose muy lejos de los logrados hasta la campaña 2020/21.
En tanto, la capacidad exportadora de la Argentina se mantendría en 2024/25 en niveles similares a los registrados en el ciclo anterior y muy lejos del potencial presente en el país debido a distorsiones de precios relativos que limitan la competitividad del cereal y la amenaza latente de ataques de Dalbulus maidis en planteos de siembra tardía, plaga vectora de Spiroplasma que en 2023/24 liquidó gran parte de la cosecha esperada de maíz.
Por otra parte, si bien el gobierno argentino de Javier Milei está intentando realizar acercamientos con el régimen chino luego de una serie de desaciertos diplomáticos, China sigue sin autorizar el ingreso de maíz argentino porque, a pesar de contar con la habilitación sanitaria, esa medida está siendo reservada como “carta” de negociación por parte del gobierno de Xi Jinping.
La situación en la región del Mar Negro también es compleja. Si bien el último informe oficial del USDA estima que la oferta exportable de maíz ucraniano en 2024/25 sería de 23 millones de toneladas, la oficina del USDA en Kiev revisó esas cifras para bajarlas a un número de apenas 17,8 millones versus 28,5 millones en 2023/24. También caerían las ventas externas de trigo y cebada. El notable repunte del precios de los cereales en Ucrania es un indicativo de esa escasez.
La oferta exportable de trigo ruso en 2024/25 fue ajustada este viernes a 45,9 millones de toneladas por parte del consultor ruso Andrey Sizov, quien además aclaró que, si los problemas climáticos persisten en las principales regiones cerealeras rusas, no se descartan más recortes en las próximas semanas.
Ante tal panorama, más allá de lo que suceda con el factor geopolítico presente en las elecciones presidenciales de EE.UU., la demanda internacional es muy probable que quiera ir a lo seguro para abastecerse de maíz y recurra a las existencias estadounidenses del cereal.
¡Tomá nota! Brasil espera una cosecha monstruosa de soja, pero en maíz “tiró la toalla”