Para la semana que viene no se prevén nuevas lluvias sobre la región agrícola núcleo y por el contrario el ingreso de una masa de aire frío y seco proporcionará condiciones de estabilidad. Esta situación está lejos de parecerse a la de intensa sequía que padeció la Argentina hasta hace unos días atrás, y que fue interrumpida por intensas lluvias.
De todos modos, en el último informe de la Guía Estratégica del Agro (GEA) que elabora la Bolsa de Comercio de Rosario, el doctor en Ciencias Atmosféricas José Luis Aiello advierte que “no es posible afirmar que no volveremos a experimentar otro pulso seco”. El partido todavía debe terminar de jugarse y las chances no son las mejores para ganar.
-¿Dejamos atrás la sequía?
-Desde el punto de vista climático la respuesta es clara: sí, la situación se resolvió con el cambio atmosférico de la segunda quincena de enero. Pero desde el punto de vista de los cultivos no, ya que el 50% de la región núcleo sigue con reservas escasas y sequía, teniendo en cuenta la demanda de una pradera permanente.
-¿Es decir que se necesitan más lluvias?
-La demanda de la soja de primera es mucho más importante: está en estado reproductivo, de hecho el 42% ya se encuentra en plena fructificación que es cuando empieza el período crítico y la mayor demanda hídrica. Los acumulados de enero muestran que todas las zonas que recibieron menos de 100 mm tienen problemas para afrontar lo que sigue si las próximas dos semanas de febrero no compensan la faltante de milímetros. Hay que tener en cuenta que la media de enero es de 120 mm y muchas zonas terminaron la primera quincena con los suelos vacíos, lo que sumado a los valores extremos de temperaturas produjo un deterioro en soja y maíz que muchos agrónomos califican como inédito.
-Hubo varias zonas que recibieron lluvias en exceso…
-En esta semana también hay excesos sobre el noroeste de Buenos Aires, que recibió lluvias excepcionales de casi 300 mm. Sin embargo, en General Pinto explican que a pesar de haber recibido 250 mm en tan pocos días, la falta de agua era tan importante en los perfiles de los suelos que los excesos de agua se fueron muy rápido y no hubo pérdidas por anegamientos en los lotes. La cantidad de milímetros que falta en el área del centro y norte de GEA, zona que sigue arrastrando los efectos de la sequía, van de 100 a 140.
-¿Qué se espera para el comienzo de febrero?
-Está volviendo a suceder algo que pasaba en el comienzo de enero: lluvias que estaban siendo previstas en los modelos para el próximo lunes o martes (3 y 4 de febrero) para Santa Fe y Córdoba volvieron a desaparecer de las posibilidades. Por lo pronto, no se prevén lluvias en la próxima semana por el ingreso de una masa de aire frío y seco que proporcionará condiciones de estabilidad. Recién el próximo miércoles podría observarse un aumento de la nubosidad y la aparición de condiciones de tiempo inestable.
-¿Se puede descartar una quincena seca como la sufrió la región pampeana en enero?
-No es posible afirmar que no volveremos a tener otro pulso seco. Tampoco es posible asegurar que en el corto plazo tendremos lluvias similares a las de los últimos quince días. Y mucho menos que la de la primera quincena haya sido la última ola de calor del verano. Por el momento, hay un excelente funcionamiento de los mecanismos de escala regional que está contrarrestando de manera muy eficiente el efecto adverso de los forzantes de escala planetaria. Nos encaminamos a una neutralidad del Pacifico Ecuatorial Central, pero todavía es prematuro asegurar que “La Niña” ya no condiciona el régimen de lluvias en Argentina.