Si bien la condición de los cultivos gruesos por estos días es muy buena en casi toda la zona núcleo productiva, las cuentas que hacen los productores de soja y maíz están mostrando márgenes cada vez más chiquitos.
Las lluvias que se vienen registrando desde la previa de la campaña están haciendo que casi toda la zona central del país, donde los cultivos dan altos rendimientos, tengan un panorama completamente distinto al de la campaña precedente, donde la sequía dejó un tendal y solo se produjo la mitad de los granos a nivel nacional.
En este año, luego de la devaluación de la moneda que dispuso el gobierno, los márgenes parecían ser abundantes para los productores, generando buena rentabilidad, pero la suba de costos aparejado por el mismo fenómeno, está haciendo que lo que parecía una buena noticia, hoy se esté transformando en una pesadilla.
Verde esperanza: Las condiciones de humedad pintan bien para la soja en toda la zona núcleo de país
La Bolsa de Comercio de Rosario le puso números a estas ecuaciones, incluso comparando la realidad de estos días frente a lo que fue la campaña pasada.
En este sentido, desde la entidad santafesina analizaron que estos márgenes eran “sustancialmente mejores” hace un año.
“El año pasado, los precios de enero 2023 venían reflejando el impacto del conflicto entre Ucrania y Rusia. Pero, los márgenes del 2023 no pudieron ser capitalizados por la sequía. Un año atrás, todo el maíz temprano estaba perdido y el 30% del rinde potencial del maíz tardío (que se consideraba el salvavidas de la campaña) se encontraba destrozado”, explicaron los analistas encabezados por Cristian Russo.
Con respecto a la soja, que estaba igual de crítica, “con 3 M ha (millones de hectáreas) en condiciones de regulares a malas, los rindes alcanzables rondaban los 15 qq/ha. Hoy en día la realidad de los cultivos es opuesta, pero los números son más ajustados. La soja en campo propio muestra una ganancia neta de 380 u$s (con un rinde de 40 qq/ha.) contra los 598 u$s/ha de la campaña pasada, es decir una diferencia de 218 u$s a favor del 2023. En campo alquilado la diferencia se achica a 57 u$s/ha”.
Analizando los resultados de la cuenta que hizo la red GEA de la bolsa rosarina, en el caso del maíz de primera, la tendencia es la misma que la de la oleaginosa. “En campo propio, el margen neto (para una productividad de 100 qq/ha) hoy es de 479 u$s/ha contra los 853 u$s de hace un año. En campo alquilado la diferencia también favorece a la campaña pasada con un margen 244 u$s/ha mayor”, evaluaron.
Con este punto de partida, el equipo de rosarinos se hizo la pregunta del millón: ¿Podrá el clima compensar la caída en los ingresos de los productores respecto a enero 2023?
Teniendo en cuenta el contexto climático favorable para el desarrollo de los cultivos durante esta campaña, desde la BCR trazaron dos posibles escenarios productivos: uno promedio y otro de alto potencial para la región. La evaluación de los márgenes se hizo teniendo en cuenta un mismo planteo agronómico para estos dos casos hipotéticos.
En maíz, los cálculos arrojan una mejora en los márgenes de más de 200 u$s/ha cuando los rindes pasan de 100 a 120 qq/ha (la tendencia es la misma tanto en campo propio como en alquilado). En soja, una mejora en los rindes de 40 a 50 qq/ha conlleva una mejora en la renta neta de 185 u$s/ha y 198 u$s/ha en campo propio y alquilado respectivamente.
Lamentablemente, la conclusión a la que llegan los rosarinos, es que “el 20% de aumento en producción por clima en maíz de 1ra no compensarían los resultados promedios valorizados a enero del 2023. Para campo propio el margen seguiría estando por debajo en 163 u$S/ha, y en 40 u$s/ha. Para el caso de la soja de 1ra, aún con un plus climático y un 25% más de rinde, en campo propio seguiría debajo de enero 23 en 33 u$S/ha. Solo en caso de alquiler da vuelta el partido y terminaría generando un ingreso extra de 141 u$s/ha”.