Historias como la de Andrea Sede y Gerardo Rodríguez nunca están ausentes de las sucesivas ediciones de la Exposición Rural de Palermo. La de ellos, en particular, promete ser una de las más coloridas del predio, que desde que abrió sus puertas ya atrajo a incontables curiosos.
Y la razón de esto está en Jarilla y Zampa, los primeros caballos con rulos en visitar jamás este evento ganadero, que además convirtieron a sus criadores en los únicos de su tipo en Sudamérica.
La anécdota llegó a Bichos de Campo en abril de 2023 de la mano de Gerardo, un veterinario que recorrió el país para trabajar con caballos durante más de dos décadas, tanto en la atención clínica como en su cría y reproducción.
En su regreso a la localidad rionegrina de Maquinchao, de donde es oriundo, se dedicó a georreferenciar lo animales de la Meseta de Somuncurá –una zona inhóspita de unos 500 kilómetros de largo por unos 200 de ancho- y fue allí donde encontró extraños caballos de aspecto sudado. Pero para su sorpresa, el sudor no era tal sino que se trataba de un pelaje con rulos.
Eso motivó una investigación junto a su esposa Andrea, que desencadenó en la confirmación de que se trataba de ejemplares de la raza Bashkir Curly, conocido en esta porción del continente también como un Criollo Crespo, cuya historia se remonta a la época de la colonización.
Luego de sucesivos contactos con la Asociación Internacional de Bashkir Curly, ubicada en Estados Unidos, el matrimonio adquirió la mayor cantidad posible de estos caballos y armó un rodeo de la mano de su empresa Yeguada Rodríguez. Incluso tramitaron el único registro oficial de esta raza en Sudamérica.
Ahora, poco más de un año después de que su historia llegara a otros rincones del país, Andrea y Gerardo están en condiciones de afirmar que cumplieron su sueño de asistir a la Exposición Rural de Palermo.
“Es la primera vez que venimos a La Rural así que estamos súper emocionados. Para nosotros es un sueño porque es la exposición más importante del país y queríamos estar presentes con los caballos”, dijo con una sonrisa tatuada Andrea a Bichos de Campo.
Pero su visita a la Ciudad de Buenos Aires ciertamente implicó un desafío para los animales, por la gran distancia recorrida.
“Traer a los caballos implica mucha cosas: vacunas, permisos, autorizaciones, logística, traer baúles, mantas, ventas, de todo. Hicimos tres escalas: en Regina, en Escobar y después acá. Son muchos kilómetros y ellos se estresan, por eso trajimos machos castrados que ya son grandes y aguantan más el viaje”, explicó Gerardo, quien aclaró que la presencia de personas constantes no es un factor que altere a los animales.
“Ellos allá ya estaban con gente así que están bastante acostumbrados. El tema que sí tenemos es el agua, que acá tiene mucho cloro. Pero lo resolvemos dejando baldes toda la noche a la intemperie para que se evapore un poco su contenido. Buscamos evitar que se deshidraten y se estresen más de la cuenta. Y como están muchas horas dentro del box, también los sacamos a caminar un poco y se relajan”, afirmó.
Entre quienes recorren las caballerizas del predio, lo que más se replica es el gesto de asombro al ver la cantidad de rulos que estos caballos tienen en la cabeza y en el lomo, que al tacto son muy suaves. Incluso sus criadores se han ocupado de destacar que se trata de un pelaje hipoalergénico, razón por la que en Estados Unidos son muy empleados en equinoterapia.
“La gente que pasa se sorprende un montón. Te diría que el 99% que vino nos dijo que nunca los vio en su vida. Así es hermoso ver la reacción de las personas, de los chicos al tocarlos. Les encanta. Incluso sorprenden a aquellos que se dedicaron a trabajar con caballos toda su vida porque no los conocía”, señaló Andrea.
Durante el primer sábado de esta edición de la Exposición, Jarilla y Zampa participarán en la pista central de su primera jura morfológica.
-¿Crees que estar aquí presentes puede ayudar a que la raza se vuelva finalmente más conocida y adquiera relevancia en este sector?- le preguntamos.
-Yo creo que sí. Primordialmente lo que más nos interesa a nosotros es tener visibilidad porque esta raza está en peligro de extinción. Tenemos apenas 40 ejemplares y nos falta un montón, especialmente en materia de infraestructura y recursos para poder criarlos de una manera distinta. Nosotros los criamos totalmente a campo, en la estepa. Y el clima allá es como sale en los medios: frío, delicado, con heladas constantes que hacen que los animales no tengan la alimentación que sería ideal que tuvieran. Pero eso implica un costo alto.
Esta es una de las principales razones por las que el matrimonio busca dedicarse a la venta de genética, tanto de potrillos como de madres para difundirlos entre otros criadores.
-Noto que tanto Jarilla como Zampa tienen el prefijo Kona. ¿Qué significa?- le preguntamos a Gerardo.
-En todas las razas se coloca un prefijo. En nuestro caso está en Tehuelche y significa guerrero.
-Como si fueran guerreros de esa meseta en Río Negro.
-Claro, y sobrevivieron. Imaginate que sobrevivieron tantos años allí, con tanta sequía. Hay que pensar que allí el agua está muy profunda y dependen de las lagunitas que se formen si llueve o nieva.
Me parece una aberración que se faenen animales tan nobles como los caballos. Es un crimen y debería prohibirse urgentemente.
Me resulto gratificante la nota con los caballos con rulos ,ace un tiempo atrás leí una nota sobre esa raza y la otra de los caballos que van para la faena me parece horrible que se sacrifique un animal tan noble con el hombre.
Que lindo ver de esos caballos rulientos. La duda que tengo es que dijeron que trajeron a machos castrados y ahí mi duda…me asombro que tengan machos en esas condiciones cuando son pocos los ejemplares, para seguir reproduciendo y generar más caballadas.