La principal fabricante mundial de maquinaria agrícola, Deere & Company, no pudo soportar la tentación de incorporar a sus equipos John Deere algunas piezas con tecnología de Fibra de Carbono, en especial los botalones para pulverizadoras. Por eso decidió comprar a la firma argentina que inventó y desarrolló ese tipo de productos: King Agro. Es la primera vez que la multinacional realiza una inversión de este tipo en el país.
“Esta transacción proporciona a los clientes de John Deere la posibilidad de beneficiarse aún más del conocimiento, de los diseños y de la experiencia únicos de King Agro en la tecnología de fibra de carbono”, señaló John May, Presidente de Soluciones Agrícolas y Director de Información de John Deere.
Explican las páginas especializadas que la Fibra de Carbono (FC) es un material formado por fibras de 50-10 micras de diámetro, compuesto principalmente de átomos de carbono. Estos átomos están unidos entre sí en cristales que son más o menos alineados en paralelo al eje longitudinal de la fibra. Esta alineación le otorga a la fibra una alta resistencia en función del volumen,
Las propiedades de las FC, entonces, son una alta flexibilidad, alta resistencia, bajo peso, tolerancia a altas temperaturas y baja expansión térmica. Eso las hacen muy populares en la industria aeroespacial, la ingeniería civil, las aplicaciones militares, los deportes de motor y muchos otros deportes.
La argentina King Agro, una empresa de 180 empleados que trasladó su oficina central a Valencia, España, pero produce esos botalones en Campana, vio la veta y comenzó a experimentar con FC en accesorios para maquinaria agrícola. Ellos fabricaban mástiles para Estados Unidos y Europa. Pero con la crisis de 2001 terminaron fabricando barrales para pulverizadoras.
Un documental de Endeavor Argentina explica bien cómo fue ese proceso:
Una gacetilla de John Deere explicó que ya en 2015 había acordado con King Agro acordaron el desarrollo y la distribución de plumas de fibra de carbono para los equipos de aplicación de esa marca. Tres años después directamente compró todo el paquete, auque no trascendieron los valores de la operación.
A pesar de tener nuevo dueño, King Agro, una firma de 30 años de vida, conservará el nombre de su marca, la marca comercial y las relaciones comerciales.