En el primer cuatrimestre de este año las importaciones argentinas de bienes sumaron 24.852 millones de dólares, una cifra 7302 millones superior a la registrada en el mismo período de 2021.
El dato es que la mayor parte de ese incremento se explica por las compras de gasoil, que requirieron en los primeros cuatro meses de 2022 una suma adicional de 1308 millones de dólares, según datos oficiales (Indec).
Y el gasoil es un combustible perfectamente reemplazable por biodiésel elaborado por aceite de soja, que en la Argentina abunda y tiene actualmente un valor menor al gasoil importado de origen fósil.
El segundo producto que incrementó la cantidad de divisas consumidas en el primer cuatrimestre del año fue el fueloil con un monto adicional de 243 millones de dólares, mientras que el tercer lugar fue para la nafta con otros 240 millones de dólares.
Tal como sucede en el caso del biodiesel, las importaciones de nafta podrían ser reemplazadas con bioetanol de fabricación nacional elaboradas tanto a partir de caña de azúcar como de maíz.
Pero como la política energética argentina está diseñada en función de los intereses de la compañía petrolera estatal YPF, entonces es factible descubrir situaciones absurdas como el hecho de propiciar el consumo de divisas, en una situación de emergencia cambiaria, cuando eso podría evitarse al usar biocombustibles de origen nacional.
La abultada erogación de importaciones de combustibles es una de las causas que explican el escaso superávit comercial registrado en el primer cuatrimestre de este año, que fue de apenas 2830 millones de dólares.
En los primeros cuatro meses de 2022 las importaciones del rubro combustibles y lubricantes subieron un 195% respecto del mismo período de 2021. Las cantidades importadas subieron un 77,9%, mientras que los precios crecieron un 65,9%, lo que implica que el problema no obedece solamente a la situación derivaba del conflicto ruso-ucraniano, sino al déficit energético presente en la Argentina luego de dos décadas de desinversión en el sector.
Efectivamente, la industria de biocombustibles esta bien afianzada en Argentina. Desde el 2003 fabricamos y exportamos los modulos SAVOIA BD para produccion de Biodiesel en el campo y PYMES. En Santa Fe los buses urbanos usan B100 desde hace años ya. Y los fabricantes de motores Scania, Deutz, Valtra, New Holland los garantizan usando B100 como combustible