En la campaña argentina de trigo 2023/24 los primeros diez cultivares cubrieron el 49,1% de la superficie sembrada, los cuales cuentan con una antigüedad promedio ponderada de seis años.
El dato corresponde al último informe realizado sobre el cereal por el Instituto Nacional de Semillas (Inase) en base a las declaraciones efectuadas por productores ante el Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA).
Para la campaña 2023/24 los productores declararon en el SISA el uso de 403 cultivares diferentes de trigo pan. Las variedades más utilizadas fueron –por orden de importancia– Baguette 620, Pehuén, Catalpa, Ceibo, Baguette 802 y Baguette 750: entre las seis cubrieron el 40% de la superficie sembrada.
La variedad más antigua que integra el “top ten” es Baguette 802, la cual fue inscripta en el Registro Nacional de Cultivares en 2012, mientras que más reciente es Catalpa (2021).
En la última campaña las variedades tolerantes a sequía Bermejo HB4, Paraná HB4, Iruya HB4, Pilcomayo HB4 y Traful HB4 ocuparon un área total de 32.270 hectáreas en el territorio argentino (0,6% del total nacional). La más sembrada fue Paraná HB4 con 19.557 hectáreas.
En lo que respecta a trigo candeal, en 2023/24 se sembraron 124.013 hectáreas, la mayor parte de las cuales correspondieron a los cultivares Perla, Athoris, Cariló, Odisseo y Zafiro, entre otros.
Los cultivares sin propiedad intelectual cubrieron en 2023/24 el 7,7% del total de la superficie sembrada en la Argentina, al tiempo que el uso de semilla fiscalizada en la campaña representó un estimado del 35% del área declarada total de 4,99 millones de hectáreas.
En 2023/24 un total de 33.422 empresas sembraron trigo, una cifra 10,8% menor a la registrada en el 2021/22. En el período en cuestión muchos no pudieron o prefirieron no sembrar trigo ante las restricciones hídricas presentes o proyectadas.
Apenas un 10% de las empresas concentraron el 53,4% de la superficie nacional, mientras que el 30% comprendió el 78,4% del área en 2023/24, lo que implica que existe un universo de más de 23.000 pequeños productores que sembraron unas pocas hectáreas o decenas de hectáreas del cereal.