Esta noticia sí que da para que nos mandemos la parte: Y es que para cumplir con una orden de la justicia federal, el presidente del INASE (Instituto Nacional de Semillas), Joaquín Serrano, ordenó publicar este viernes en el Boletín Oficial la resolución que en octubre pasado creó un programa oficial de fiscalización del trigo HB4, la variedad transgénica creada por Bioceres que ha sido sembrada sobre 52 mil hectáreas sin contar con el permiso definitivo para su comercialización en el país.
¿Y por qué se iban a mandar la parte? Porque Bichos de Campo publicó el texto completo de la Resolución 535/2021 el mismo día en que fue firmada por Serrano, es decir el 15 de octubre pasado. La explicación oficial en aquel momento fue que esa norma no debía publicarse en el Boletín Oficial porque involucraba a una sola empresa (Bioceres). Pero el 17 de noviembre, un fallo del Juzgado Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal 3 ordenó a INASE a hacer pública toda la información referida al trigo HB4, incluyendo los lugares donde está sembrado.
Hace unos días, el INASE había informado a la cadena triguera (que está preocupada porque se produzca un caso de contaminación del trigo convencional con esa variante transgénica, que pueda afectar la colocación del cereal en los mercados) que el trigo HB4 ocupa exactamente poco más de 52 mil hectáreas (de las cuales ya se había cosechado un 15%) sobre un total de 370 lotes agrícolas. De todos modos, todavía no se conoce la ubicación exacta de cada uno de ellos.
Más allá de mandarnos la parte, la publicación ahora de la mencionada Resolución secreta confirma lo que se había informado entonces. En principio, que ante la presión de la cadena la Comisión Nacional de Semillas (Conase) había ordenado crear “la Comisión de Auditoría de Trigo HB4 en el ámbito de la Dirección de Fiscalización, dependiente de la Dirección Nacional de Articulación Federal del INASE”. Ese es la oficina del Estado que debe ocuparse de evitar esa posible contaminación, asegurando que ni una espiga de ese trigo se escape de los campos sembrados por Bioceres bajo convenios especiales con unos 250 productores.
No es lo único establecido por aquella resolución. También se estableció que:
- La Comisión especial “estará integrada exclusivamente por agentes del referido Instituto Nacional”. Lo primero que hará es recibir información de parte de Bioceres, a la que se le otorgó un plazo de cinco días para informar sobre “el inventario actual de existencias en cada una de las plantas de procesamiento y/o lugares de almacenamiento con georreferencia de su ubicación. Deberá informar material clasificado, no clasificado, descartes y materiales de purga”.
- El INASE debía primero conocer dónde estaba almacenado el trigo HB4 cosechado en la campaña previa sobre unas 7.000 hectáreas. De ese grano, le permitiría a Biocerees “conservar hasta un 20% en calidad de semilla, debiendo identificar, en este caso, lugar de almacenamiento y condiciones del mismo, a fin de permitir su control y verificación”.
- La norma define con claridad que “todo material que no se encuentre incluido en el artículo que antecede (es decir en el 20% mencionado), deberá ser desactivado en su poder germinativo y/o procesado, debiendo informarse a la Comisión el lugar de procesamiento, cronograma de trabajo y destino del mismo, en un plazo que no exceda de los 10 días”.
- Respecto del nuevo material sembrado en la campaña 2021/22 (las mencionadas 52 mil hectáreas), Bioceres también debía informar en cinco días todos los lugares de siembra.
- La compañía también debería acreditar ante la nueva Comisión “un cronograma de cosecha que contendrá, como mínimo, el establecimiento a cosechar, superficie a cosechar, fecha de inicio de tareas, contratista que interviene, cosechadora o cosechadoras afectadas, y cualquier otro dato de interés” sobre este proceso.
- A la vez se exigía de la empresa con sede en Rosario, “un plan detallado de preservación de identidad y confinamiento, que contenga asimismo un plan de contingencia que prevenga y remedie las posibles fugas de material”.
- “Las plantas que se involucren en el procesamiento y almacenaje de Trigo HB4 deberán estar exclusivamente dedicadas al manejo de este material, no pudiendo procesar otro trigo convencional”, se estableció.
- En el caso de esta cosecha, Bioceres sería obligada a desactivar la mitad de la cosecha esperada y solo podrá utilizar como reserva de semilla el otro 50%.