Llegó 2024 y el conflicto en SanCor continúa: Atilra ahora agita una versión de “vaciamiento” en la cooperativa láctea, donde intentan reanudar la actividad

Desde el 17 de octubre del año pasado, la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra), siguiendo la voluntad de su secretario general, Héctor Ponce, parece actuar decidida a eliminar a SanCor Cooperativas Unidas Limitada. En las últimas horas, a poco de que concluya la conciliación obligatoria, parece decidida a seguir en este derrotero.

Pasó la primera vuelta, se usaron muchos artilugios políticos para sostener el conflicto, se venció el plazo para conseguir fondos para armar un fideicomiso con un grupo de empresarios, pasó el balotaje… Fue sólo con la conciliación obligatoria del viernes previo a la Navidad que se logró destrabar al menos temporalmente el esquema de asambleas que bloqueaban la actividad de la empresa.

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Para ese dictamen conciliatorio, habían pasado más de dos meses de no dejar trabajar a quienes querían hacerlo y no permitir la carga de productos en camiones. Se debió derivar la leche de los tambos, en las que no hubo movimiento comercial, en los que no pudo haber facturación.

Y sin embargo la intención sindical sigue intacta. De eso da cuenta un nuevo comunicado de Atilra que ahora denuncia el vaciamiento de la industria láctea por parte de la cooperativa.

“Cómo ya todas y todos los compañeros saben, Sancor viene tercerizando unidades de negocio, desguazando su actividad productiva y produciendo de esta manera un vaciamiento de empresa. Esta despreciable estrategia no cierra sin despidos masivos y sin violentar todos nuestros derechos laborales.
La situación es dramática y terminal. Los directivos de la empresa lo saben y planean la fuga en tanto siguen chupándonos la sangre hasta se llevarse lo último que nos quede”, indica un comunicado que el gremio de Ponce difundió en las últimas horas.

Pocos días antes que llegue la intervención del Ministerio de Capital Humano -que definió una tregua que está a poco de vencer-, la cooperativa había comenzado a iniciar una reactivación que hoy es una realidad. Pero se viene de un bloqueo extremo: En las plantas se prohibió el mantenimiento, el corte de malezas, el cuidado de líneas de producción… Son los propios trabajadores los que estiman que el stock de productos cayó por debajo del 5% en los depósitos de las diferentes plantas y centros de distribución.

 

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Así las cosas, las estanterías vacías responden a un bloqueo, no a un vaciamiento, porque en estos días ya se están volviendo a completar. Incluso de los principales productos, el último en retomar su producción será el queso blanco Mendicrim, ya que recién este lunes se prevé que esa línea entre en marcha en la planta cordobesa de Devoto.

En todos los puntos de trabajo, durante estas semanas de largo bloqueo, hubo amenazas personales y situaciones de violencia diversas, pero también la Cooperativa logró concretar una denuncia penal sobre los impedimentos de trabajo, que fueron constatados por inspectores de la Secretaría de Trabajo en diferentes propiedades de SanCor en distintas provincias.

En los últimos días el gremio siguió motivando a un reducido grupo a continuar con la retención de tareas, a pesar que sea conocido que en la conciliación obligatoria las partes involucradas en el conflicto están legalmente obligadas a llegar a acuerdos, o al menos a acatar las decisiones de las autoridades.

Tal como lo había comprometido y propuesto en audiencias, SanCor este jueves comenzó a pagar cuotas mejoradas de los salarios a todos los que están en actividad laboral, para lograr con esta normalización llegar en próximos días a recuperar espacio en heladeras y góndolas. Ese espacio fue perdido hace más de dos meses, con una consecuencia intensa para la láctea.

El pago fue de 110 mil pesos. La semana próxima y durante tres consecutivas será de 250 mil pesos, mientras que en las cuatro siguientes el monto ascenderá a 300 mil semanales, continuando con la vigencia de la Resolución E658/2017, que desde agosto de ese año y con acuerdo de Atilra habilitó el pago semanal y contraído de los salarios.

El problema fue que quienes sostuvieron las asambleas recibieron un porcentaje ínfimo salarial, e incluso comentan sus compañeros que ya no perciben el pago de 100 mil pesos que hacía el gremio para que mantengan esta forma de bloqueo a la empresa. Los sindicales eran fondos pagados en efectivo, en mano, de los que se desconoce su origen. Algunos comentan que son recursos provenientes de una ciudad de Santa Fe que no es Sunchales, epicentro de la empresa y del conflicto.

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Con la instalación de versiones temerarias y sin pruebas, pero que intentan afectar a los trabajadores, este viernes se repartió en grupos de Whatsapp una comunicación firmada por el Cuerpo de Delegados de SanCor de todo el país.

“Las unidades industriales están desgastadas y el panorama es desolador, se están llevando todo y las instalaciones se encuentran en un estado de abandono total. En una empresa ruinosa, sin mantenimiento, ¿quién asegura la inocuidad de los productos? Las y los trabajadores no queremos convertirnos en cómplices de la mafia responsable”, dicen los gremialistas en ese texto.

Luego de denunciar que “los directivos en lugar de regularizar la enorme masa salarial violan el período conciliatorio utilizándolo para seguir vaciando la empresa y evadiendo al fisco”, los miembros de Atilra declaran que “la situación es terminal y sin salida. El ciclo de la empresa como hasta hoy se conoce, concluyó”.

Y allí avisan que habrá gente que se quedará sin trabajo. “Este cuerpo de delegados junto a los trabajadores y el acompañamiento de nuestro sindicato no vamos a permitir que 1.400 familias queden en la calle. Buscaremos y encontraremos la forma legal para continuar con nuestra querida fuente trabajo, al margen de estos delincuentes”, avisan.

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En definitiva, los delegados cargan contra los directivos de la cooperativa, los acusan de fugas sin detalles de qué ni de a dónde, se refieren a la Cooperativa de tamberos como si fuese propia… Pero lo más interesante está en el punto donde los gremialistas de Atilra anticipan que habrá “despidos masivos”.

En declaraciones efectuadas hace algunos meses, fue Héctor Ponce quien blanqueó que el fideicomiso que Atilra promovía tenía en su planificación el despido de 899 empleados de los 1.525 que al 3 de octubre fueron relevados por la Comisión Nacional de Valores, siendo este plan el mismo que continúa vigente detrás de este bloqueo y la intención de quiebra.

Arrebatarle la dignidad a la gente que quería ganarse su sustento, hacerle pasar a todos una Navidad olvidable, amedrentar a trabajadores en sus domicilios y puestos laborales, transformar la realidad a favor de un negocio no esclarecido ante afiliados. Todo esto es parte de un insólito ejercicio sindical que ya será imposible para la gremial, porque sus representados, los propios trabajadores de SanCor, se dicen traicionados.