Según el censo Agropecuario 2018 en la Argentina quedan en pie un cuarto de millón de productores agropecuarios. De esas 250 explotaciones rurales registradas, hay unas 64 mil que se han inscripto en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA) bajo la condición de ser pequeños productores familiares. Es decir, en simultáneo son sujetos inscriptos en el RENAF, el registro de agricultores familiares.
El RENSPA es el registro sanitario general que lleva a cabo el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y allí tienen la obligación de anotarse todos los que producen alimentos. Pero en los últimos tiempos ha ofrecido ciertas facilidades para que se inscriban los productores más chicos. Informó ahora que durante el primer semestre se sumaron 1.306 unidades, un 13% más que en igual periodo del año pasado, cuando se habían anotado 1.153 predios.
“La inscripción en el RENSPA posibilita tomar mejores decisiones desde el punto de vista sanitario y que las productoras y productores familiares sean consideradas a la hora de implementar los programas vigentes de cumplimiento obligatorio”, explicó Lucía González Espinoza, coordinadora de Agricultura Familiar del Senasa. ¿A qué se refería? “Facilitamos así la comercialización y acceso a alimentos de calidad”, explicó.
La cantidad de unidades se determinan como resultado del entrecruzamiento de los registrados en el RENSPA con aquellos acreditados en el Registro Nacional de Agricultura Familiar (RENAF) del Ministerio de Agricultura. Del total de las 64.084 unidades productivas familiares de todo el país inscriptas en el Registro sanitario y a la vez vinculados con el Registro de la Agricultura Familiar, la mayor cantidad se encuentran en las provincias de Mendoza, 7.635; Buenos Aires, 7.327; Chaco, 6.135; Corrientes, 5.256 y Misiones, 4.525.
Un 28% de esas pequeñas explotaciones son agrícolas (18.110), un 62% corresponde a un tipo de establecimiento ganadero (40.027) y un 9% fueron declarados mixtos (5.947).