A Liliana Fernández la vida de campo se le dio sin hacer esfuerzo: su infancia y adolescencia la pasó entre la chacra de su padre y la de sus abuelos, conviviendo con todas las actividades propias de una explotación rural. Hoy está al frente del ente sanitario de la Asociación Rural del Sur Pampeano, en la provincia de La Pampa. Coordina las campañas de aftosa y brucelosis según los planes nacionales del SENASA.
“Tengo a cargo el departamento de Caleu Caleu y Lihuel Calel, con casi un millón y medio de hectáreas, 655 productores y 13 vacunadores a mi cargo. Hace 12 años que coordino este ente que no es fácil. Esto generalmente es una actividad que la hacen los hombres”, contó orgullosa Fernández a Bichos de Campo.
Mira la entrevista completa a Liliana Fernández:
En 1999 se quedó sin trabajo cuando la aftosa se erradicó del país, pero lo recuperó en 2002 cuando la enfermedad volvió del peor modo posible. Con treinta años de trabajo hoy está segura de que se ganó su espacio y el respeto de los productores.
“El lugar se luchando, trabajando, capacitándote. A mí me ha tocado estudiar mucho para estar acá, participar de congresos, perder el miedo y enfrentarme a un ministro, sentarme a charlar con el presidente del SENASA, intendentes, gobernadores”, dijo.
¿Cambió el rol de la mujer en el agro? Fernández cree que sí y lo ve reflejado en las distintas campañas que coordina año a año y que suelen ser llevadas adelante por hombres.
“La mujer no está solo en el campo para hacer la huerta y darle mamadera a los chivitos o corderitos que quedaron guachitos. Hay que ganarse el espacio y creo que están dadas las condiciones para hacerlo”, aseguró.
Esta mujer rural también festeja que la Sociedad Rural de esa zona está presidida por una mujer, y que tanto la secretaria de la comisión directiva como la tesorera también sean mujeres. “Están buscando un lugar y se los están otorgando. Debemos buscarlo”.