Luego de una extensa sequía, la regularización del régimen de lluvias promovido por la fase ENSO “El Niño” llegó a la provincia de Corrientes con una serie de excesos que provocaron complicaciones y daños en algunas zonas.
Las lluvias, si bien resultan necesarias después de atravesar una seca feroz, llegaron con un ímpetu desaforado y la región sur de Corrientes ingresó en un estado de alerta ante el pronóstico de nuevos temporales.
Los mayores registros de precipitaciones se relevaron en la zona de influencia de la ciudad de Mercedes, que en lo que va del presente mes acumula más de 450 milímetros, lo que representa alrededor de un tercio del régimen promedio anual de lluvias.
Además de caminos rurales intransitables, roturas de alcantarillas provocaron cortes temporales sobre sectores de la ruta nacional 12. Por otra parte, desbordes de ríos y arroyos generaron inundaciones en barrios de ciudades y pueblos del sudoeste de Corrientes, lo que obligó a evacuar a miles de personas.
En tanto, el excesivo crecimiento del río Corrientes, además de complicar las tareas y cuestiones logísticas propias de empresas agropecuarias, generó en las inmediaciones del mismo pérdida de lotes dedicados a la producción de arroz.
“Si bien en algunos casos puntuales se generaron daños, en términos generales estas lluvias abundantes contribuyeron a completar las represas en establecimientos dedicados a la producción de arroz, en los cuales se arrancó la siembra sin tener la humedad suficiente a la espera de lluvias que finalmente llegaron”, explicó Alejandro Socas, coordinador de la región CREA Litoral Norte, en un artículo publicado en Contenidos CREA.
“Los pronósticos de nuevas precipitaciones intensas en las próximas semanas nos pone en las puertas, en caso de cumplirse, de comenzar a sufrir problemas graves en diferentes sectores productivos”, añadió.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) pronosticó para el período comprendido entre este 13 y el 19 de enero una nueva tanda de acumulados importantes de precipitaciones en la zona afectada, la cual tendría un respiro a partir del 20 del presente mes.
Las empresas ganaderas correntinas, que tienen experiencia en gestionar excesos hídricos, pueden maniobrar los embates provocados por anegamientos e inundaciones hasta cierto límite, luego del cual comienzan a registrarse pérdidas productivas y económicas.
En cuanto a la forestación, otra actividad clave en la provincia, la falta de caminos transitables provoca enormes dificultades para poder transportar madera, lo que representa un inconveniente operativo que, con el tiempo, puede transformarse en financiero y económico.