Los controles efectivos sobre los productores y las aplicaciones de agroquímicos son, por efecto de la Constitución Nacional, una “potestad” de las provincias. Eso dicen los funcionarios nacionales cada vez que alguien les consulta sobre la multiplicidad de legislaciones (leyes provinciales u ordenanzas municipales) que regulan en esa materia. Las normas son muy diferentes unas de otras. Los controles también.
Días atrás, en el congreso anual de AAPRESID, sucedió algo importante: se firmó un documento de respaldo a la Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) entre seis ministros de Agricultura o de la Producción de seis provincias, incluidas aquellas que son líderes en materia de agricultura extensiva y uso de agroquímicos.
Estamparon su firma el cordobés Sergio Busso, el bonaerense Leonardo Sarquís; la santafesina Alicia Ciciliani; el rionegrion Alberto Diomedi; la salteña Paula Bibini; y el formoseño Raúl Quintana. Por la Nación, la carta de intención fue rubricada por el secretario de Agricultura, Guillermo “Willy” Bernaudo.
Hablamos con Alicia Ciciliani, ministra de Producción de Santa Fe, sobre esta inciativa:
“El concepto es que las BPA superen el concepto de una provincia. Pensemos en los productores que viven en los límites provinciales, o en un contratista que tiene que cruzar entre Las Parejas y Marcos Juárez. Le estamos pidiendo dos cosas distintas. Esto no tiene ninguna razón de ser y por eso vamos a armonizar las normas para aplicar fitosanitarios y para habilitar las aplicaciones y a los aplicadores”, prometió la ministra.
Ciciliani agregó que las provincias avanzarán hacia la confección de un registro común. “Que el papelito que tenga que presentar en Santa Fe sea el mismo que tenga que presentar en Córdoba”, resumió.
De todos modos, pese a estas promesas, al hablar del capitulo de conservación del suelo la ministra del socialismo santafesino tomó distancia de la filosofía del program de BPA que aplican en la vecina Córdoba, que premia a los productores a adoptar algunas de doce buenas prácticas definidas a través de diferentes estímulos económicos.
“No te tenemos que pagar para hacer las cosas bien, te tenemos que demostrar que haciendo las cosas bien vas a ganar más vos, va a rendir más tu unidad productiva, pero además vas a estar pensando en tus hijos, a los que le vas a dejar el mismo suelo por lo menos que el que encontraste”, dijo Ciciliani, más proclive a obligar al productor a asumir las BPA que a premiarlo por hacerlo.
“Está en la Constitución Nacional: Hay que conservar le suelo, y eso se hace con BPA y rotaciones. Nosotros en Santa Fe vamos a trabajar con la figura del corresponsable agronómico. Los ingenieros agrónomos junto al productor, en una plataforma digital, tendrán que subir su plan de manejo del suelo, y eso incluye necesariamente un esquema de rotaciones”.