Las lluvias torrenciales que se vienen registrando en los últimos días representan un dolor de cabeza porque interrumpen la cosecha de granos gruesos e imposibilitan, en muchos casos, el uso de caminos rurales.
Sin embargo, la acumulación de agua en el perfil del suelo representa un activo clave en la actual coyuntura no sólo porque viene en camino una fase ENSO “La Niña”, sino especialmente porque es probable que ya en el próximo trimestre comiencen a registrarse lluvias menores a las normales.
El pronóstico de largo plazo –recién salido del horno– elaborado por International Research Institute for Climate and Society (IRI), organismo dependiente de Columbia Climate School, muestra para el trimestre comprendido entre mayo y julio próximo lluvias inferiores a las normales en gran parte del Cono Sur.
Tanto en la zona centro-oeste de Brasil, como en la región pampeana argentina, la proyección de IRI indica que desde mayo próximo las precipitaciones ya comenzarían a morigerarse para ubicarse en niveles menores a los promedios históricos.
Los pronósticos estacionales del IRI se basan en un procedimiento de calibración objetivo que combina registros de los modelos NCEP-CFSv2, CanSIPS-IC3, COLA-RSMAS-CESM1, GFDL-SPEAR y NASA-GEOSS2S. El período base climatológico de normalidad es 1991-2020.
El último pronóstico elaborado por Climate Prediction Center e International Research Institute for Climate and Society (CPC/IRI) indica que existe un 73% de probabilidad de ocurrencia de un evento “La Niña” en el trimestre julio/septiembre de 2024, mientras que esa probabilidad se encuentra en un 80% para agosto/octubre de este año.
Los cultivos más comprometidos en ese escenario son el trigo y la cebada, los cuales, más allá de disponer en muchos casos de un nivel de agua inicial bueno a óptimo, necesitarán aportes sucesivos de lluvias durante el ciclo del cultivo.
El fenómeno Niño-Oscilación del Sur (ENSO por sus siglas en inglés), que comprende la variación de parámetros meteorológicos del Océano Pacífico ecuatorial, influye de manera determinante en los regímenes de precipitaciones de diferentes regiones del mundo.
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