La Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), integrada por las grandes empresas agroexportadoras que además transforman el aceite de soja en biodiésel, se manifestaron dispuestas y listas para salir a aliviar el mercado del gasoil, donde se registran notables faltantes, con ese combustible renovable. El país cuenta, según un sondeo de 2021, con una capacidad de producción de casi 4 millones de toneladas anuales de biodiésel, y se estima que hasta 20% del gasoil puede ser reemplazado por este combustible alterantivo.
“Ante la crisis causada por la falta de gasoil en varias provincias, la Secretaria de Energía de la Nación se encuentra proyectando una resolución que permitirá elevar la oferta combustible diésel a través del aumento de corte con biodiesel para el próximo trimestre. La medida tiene en cuenta la disponibilidad de capacidad de producción de biodiesel para aumentar la oferta de combustible diesel con un producto 100% de fabricación nacional, pudiendo elevar el corte por encima del 5% actual”, confirmó un comunicado de Carbio, entusiasta con esta decisión que se cuece en los despachos oficiales.
Carbio está integrada por los grandes jugadores de la exportación de granos y oleaginosas, que además de plantas para moler la soja en las últimas décadas han invertido en instalaciones para convertir el aceite de soja resultante de ese primer proceso en biodiésel. Allí militan AGD, Bunge, Cargill, Louis Dreyfus, Molinos Río de la Plata, Noble Argentina, Renova y Vicentin. Las dos empresas socias que se dedican solo al negocio del biodiésel son Explora y Unitec Bio.
En cualquier caso, son los grandes del sector y concentran el grueso de la capacidad instalada para elaborar el biodiésel que ahora se necesita para aliviar la demanda de gasoil, frente a una gran cantidad de empresas pymes que son las que cubren el corte obligatorio del 5%. Este relevamiento realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) muestra la capacidad instalada por empresa:
Las grandes agroexportadoras se muestran aparecen doblemente entusiasmadas por esta posibilidad de ampliar los cortes de gasoil con biodiésel. Por un lado porque sería recorrer un camino de mayor participación de los biocombustibles, que este mismo gobierno rechazó al impulsar una nueva ley que redujo el corte en vez de ensancharlo (como en el resto de los países). Pero por otro lado porque esto les abriría la posibilidad de vender al mercado doméstico, hasta ahora reservado a las pymes con cupo.
Para Carbio, no habrá problema de ninguna índole en tomar esta decisión que aliviaría los faltantes de gasoil que se registran en todo el país en estos momentos. “Los antecedentes pasados de utilización de un corte a nivel nacional del 10%, como así también las experiencias de otros países de cortes de hasta el 20%, y el uso del biodiesel puro en flotas de argentina de transporte público de pasajeros y de cargas, muestran la capacidad técnica del biodiesel para sustituir al gasoil en el transporte, además de su contribución a la mejora de la salud pública y el medio ambiente”, expresaron los fabricantes.
La Cámara de Biocombustibles, en definitiva, consideró “positivo” el hecho de que el gobierno recurra a sus asociados en este momento crítico y pusieron su capacidad instalada al servicio de las petroleras que deben cortar el combustible fósil en porcentajes superiores al 5% vigente. Confiaron que el biodiésel necesario para hacerlo pueda ser adquirido “en cualquiera de las empresas productoras de biodiesel registradas en Argentina, de manera de asegurar el abastecimiento”.