El Gobierno nacional diseñó un esquema para permitir a los exportadores de soja y sus derivados subirse al esquema de baja gradual de las retenciones, que va reduciendo ese tributo a razón de 0,5% anual desde enero pasado y hasta fin de 2019, cuando concluya el mandato del presidente Mauricio Macri.
Hasta ahora, según la normativa vigente, cuando una aceitera anotaba un negocio mediante una Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE), lo que sucedía es que “congelaba” tanto el precio de la operación como el tributo que debía pagar. Es decir, hoy esa empresa debería pagar el 28% (el nivel de retenciones a la soja para abril), aunque el embarque efectivo de la mercadería vaya a concretarse dentro de varios meses.
A partir de ahora, luego de un decreto publicado este martes en el Boletín Oficial que será complementado en los próximos días con una resolución del Ministerio de Agroindustria, se habilita al exportador a anotar sus DJVE y tributar el porcentaje de retenciones vigente al momento del “periodo de embarque” declarado. Es decir, ya no va a tributar el 28% de abril sino, como ejemplo, el 24% que debería regir en diciembre próximo, si esa fuera la fecha del embarque efectivo de la soja.
Con esta medida, según explicó un cable de la agencia Télam, el gobierno intenta que los traders agrícolas retomen sus DJVE, que están en mínimos históricos debido a las inconsistencias que se generaron tras la puesta en marcha del esquema de reducción gradual de las retenciones.
En el caso del poroto, el sector exportador lleva declarados negocios de exportación por sólo 10 mil toneladas de soja correspondientes a la cosecha 2017/18, cuando a igual fecha del año pasado ya había registrado DJVE por casi 870 mil toneladas. En el caso de la harina, principal producto de exportación de la Argentina, solo se habían anotado declaraciones por 388.197 toneladas
Los porotos de soja, los pellets y el aceite son los únicos tres productos agrícolas que continuaron pagando derechos de exportación tras la masiva eliminación de ese tributo en otros rubros decidida en diciembre de 2015. Pero desde enero pasado las retenciones a la soja comenzaron a reducirse medio punto porcentual cada mes, desde el 30% vigente en diciembre pasado.
Así, a partir del 1° de abril el tributo se ubica en 28% para el poroto y seguirá bajando paulatinamente, para quedar en 24% en diciembre de 2018 y en 18% un año después, en diciembre de 2019.
“Para la liquidación de los derechos de exportación de los productos comprendidos en el régimen de la Ley 21.453 se considerará también la reducción mencionada, por mes comprendido entre la fecha de cierre de venta y la de inicio del período de embarque declarado en la DJVE”, dice el decreto que lleva las firmas de Macri, del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y de los ministros de Agroindustria, Luis Etchevehere, y de Hacienda, Nicolás Dujovne.
La Resolución aclaratoria de Agroindustria saldría publicada el viernes, para que ambas medidas en conjunto tengan vigencia efectiva desde la semana que viene.
De todos modos, como las retenciones se aplican sobre un valor FOB Ofcial publicado por el Ministerio de Agroindustria, habrá que aguardar la progresiva publicación anticipada de dichos valores por parte de la Subsecretaría de Mercados Agroindustriales, a cargo de Jesús Silveyra, para poder calcular así las retenciones vigentes para los negocios a futuro. El funcionario explicó a Télam que cuentan con información de mercado suficiente como para adelantar un valor FOB de referencia por un lapso cercano a seis meses.
La nueva normativa, de todos modos, mantendrá la vigencia de 360 días para las DJVE. Entonces, para el caso que el embarque se concrete en la segunda mitad de ese lapso, se aplicará la retención correspondiente al valor FOB disponible más alejado. Como ejemplo, si el último valor FOB Oficial disponible es el de diciembre de 2018, pero el embarque se realizará en abril de 2019 (dentro de un año), la alícuota aplicada será el 24% correspondiente a diciembre.
“Esta era una necesidad esperada por el sector exportador, principalmente el sojero, para destrabar los negocios a futuros de la soja, la harina y el aceite, ya que en la actualidad en caso de registrar operaciones futuras debían abonar los derechos de exportación en base a las alícuotas vigentes al momento de la registración y no del período de embarque declarado”, confirmó el ministro Etchevehere en un comunicado de prensa.
La modificación en este esquema, según el comunicado oficial, tendrá otros beneficios, ya que “permitirá a la AFIP aplicar reglas más claras para la consideración de los precios de transferencia sobre todo entre empresas vinculadas, tomando en consideración los valores FOB oficiales según el período de embarque declarado”.
“Al publicar los valores FOB anticipados para distintos meses permitiremos solucionar problema de precios de transferencia que había entre AFIP y los exportadores”, confirmó Silveyra, que además destacó que el nuevo sistema cumplirá con el pedido del organismo tributario de incorporar en las DJVE algunos datos sobre los compradores de la mercadería en el extranjero.
El funcionario añadió que con estas modificaciones el Gobierno espera que no sólo se acelere el ritmo de declaraciones de negocios a futuro por parte de los exportadores, sino que también ese sector “traslade” al productor esta rebaja anticipada de retenciones al momento de comprarle los granos.
Se preanuncian, sin embargo, algunos roces con las entidades rurales, ya que no es habitual que las grandes exportadoras compartan este tipo de beneficios con los chacareros sino todo lo contrario.
Aunque se descuenta que este año la sequía reducirá la cosecha de soja a menos de 40 millones de toneladas, que todos pujarán por la poca mercadería y que los precios se mantendrían elevados, no son pocos los millones de dólares que estarán en juego ante esta modificación de las reglas vigentes para las DJVE.
Antes, cuando las retenciones a la soja lo único que hacían era subir (arrancaron en 10% en 2002 y llegaron al 35% en 2007), los exportadores se apuraban a anotar DJVE ante cada rumor de un cambio en la alícuota de ese tributo. Esto les permitía hacer diferencias enormes exportando la mercadería varios meses después tributando una retención menor a la vigente al momento efectivo del embarque.
Ahora que las retenciones bajan según un cronograma lento pero continuo (en dos años bajarán de 30% a 18%), los exportadores demoran sus DJVE para forzar este cambio de las reglas, que finalmente les pemitirá “subirse” a los descuentos pensados originalmente para beneficio del productor.
Así las cosas, a partir de este nuevo esquema podrán tributar unos puntos menos de retenciones por sus embarques a futuro, sin que haya ninguna garantía de que vayan a compartir esa rebaja de impuestos con el chacarero.