Durante la primera parte de la temporada, las exportaciones de fruta realizadas desde el puerto rionegrino de San Antonio Este (SAE) cayeron a niveles alarmantes, algo que parece acompañar el clima de crisis que enfrenta el sector frutícola en el Alto Valle.
De acuerdo con datos de esa estación portuaria, entre enero y febrero de 2025 los envíos rondaron los 16.618 pallets, lo que equivale a poco más de 19.200 toneladas de productos. Eso supone una caída del 37% respecto a los envíos realizados en los mismos meses de 2024, y a una retracción del 45% en relación al promedio de los últimos cinco años, según dio cuenta el medio Más Producción.
Allí, la fruta del Alto Valle se ubicó al tope de la lista de ventas, aunque a niveles muy por debajo de los registrados en años anteriores.
En el caso particular de la pera, la fruta más exportada desde la región y que tiene a la Argentina como el principal jugador del mercado internacional, en el primer bimestre se envió poco más de 18.200 toneladas, mientras que un año atrás esa cifra rondaba las 30.000 toneladas. Se trata de una caída cercana al 40%, en línea con la retracción general de los envíos de fruta que salen por esa vía.
Un dato llamativo apunta a que si bien las exportaciones totales argentinas de peras aumentaron en los primeros dos meses del año, la baja se registró en esa terminal portuaria en particular. Eso confirma la reducción de la participación de ese puerto dentro del esquema logístico de exportación de peras y manzanas a nivel país.
Hay que recordar que en los primeros días de febrero se anunció que la Terminal Portuaria Patagonia Norte (TPPN) del SAE dejaría de recibir un barco con frecuencia semanal (o incluso mayor), para recibir apenas uno quincenal.
Eso generó preocupación no solo por su impacto a nivel logístico, sino porque cristaliza una tendencia que viene replicándose en las últimas décadas. De acuerdo con las cifras de la TPPN, los ingresos de buques al puerto cayeron un 80% en los últimos 20 años. Eso supone unos 105 busques menos.