Caminar por la calle en época de elecciones no es una cuestión sencilla porque cada cincuenta metros aparece alguien con el folleto de un candidato que contiene propuestas genéricas que nadie lee y, probablemente, a muy pocos interesan.
Lo mejor es tomar el folleto en cuestión y seguir de largo. Pero esta adolescente tardía que acabo de encontrar no se conforma con eso y quiere darme charla.
– ¿No te parece raro que la leche que se consume en Mendoza se produzca en General Rodríguez? –pregunta con un tono inquisitivo.
Por dentro hago un esfuerzo enorme –créanme–, enorme, para obviar la pregunta, pero es más fuerte que yo y, finalmente, sucumbo a la tentación.
– ¿Por qué debería parecerme raro? –contesto–. ¿Cuántos tambos hay en la provincia de Buenos Aires y cuántos en Mendoza?
– Justamente –dice la adolescente tardía–. Con Juan Grabois proponemos la creación de polos de abastecimiento local de frutas, verduras, lácteos y carnes para debilitar a los monopolios de producción y comercialización que le sacan al laburante la plata del bolsillo.
Basta de política para políticos, nosotros tenemos propuestas.
PROPUESTA 5: ALIMENTOS MÁS BARATOS pic.twitter.com/RIcZwA6XeM
— Juan Grabois (@JuanGrabois) August 7, 2023
Por un momento pienso que debería dedicar cierto tiempo a explicarle el concepto de monopolio, pero luego desisto; evidentemente, no soy tan débil y aún conservo cierta fuerza de voluntad para autocontrolarme.
– No entiendo, ¿cómo sería la cosa? ¿En las afueras de cada ciudad Grabois quiere poner un tambo y una fábrica láctea?
La adolescente tardía busca información al respecto en el folleto, pero no contiene ninguna precisión sobre la medida en cuestión.
– Es para debilitar a los monopolios de producción y comercialización que le sacan al laburante la plata del bolsillo –repite como un loro.
– Sí, sí, eso está muy claro, pero quiero saber cómo se va a instrumentar la medida. Las vacas lecheras sufren por demás en zonas en las cuales hace mucho calor y necesitan resguardos especiales dónde las temperaturas son muy bajas ¿pensaron en eso?
– Sí, claro, supongo que habrá que poner tambos con ventiladores en un caso y en el otro vacas con pulóveres y calefactores.
Por un momento pensé que me estaba haciendo una broma, pero no; está demasiado seria.
Luego pregunto quién va a hacer el análisis de factibilidad de la construcción de cada uno de los tambos y de las fábricas lácteas, qué productos van a elaborar, de dónde van a salir los recursos de esa inversión y demás cuestiones obvias para cualquier persona acostumbrada a vivir con los recursos provenientes de su propio esfuerzo personal.
Pero la adolescente tardía no tiene respuesta.
– Es para debilitar a los monopolios de producción … balbucea, pero yo ya no estoy ahí para escucharla porque no puedo perder un minuto más con semejante estupidez.