Un factor político en EE.UU. pendiente de resolución está afectando las cotizaciones de los futuros de aceite de soja en el CME Group (“Chicago”) y, por consiguiente, también del poroto.
La semana pasada la Agencia Ambiental de EE.UU. (EPA) presentó su propuesta de mandato obligatorio de uso interno de biocombustibles, pero la misma hasta la fecha no se hizo pública.
La cuestión es que comenzaron a correr rumores de que la propuesta de EPA contempla una reducción sustancial del mandato de uso obligatorio de biocombustibles, lo que generó una venta masiva de futuros de aceite de soja en el CME Group.
Si bien se trata sólo de un rumor, la administración Trump es conocida por ser permeable al lobby de la industria petrolera, que no quiere una expansión del uso interno de biocombustibles.
Por ese motivo, el contrato de Aceite de Soja Julio 2025 CME desde el 15 de mayo pasado –fecha de presentación de la propuesta de EPA– hasta este martes 20 de mayo registró una volatilidad gigantesca.
Las cotizaciones ingresaron en modalidad “casino”, ya que, al no haber certezas sobre el texto final de la propuesta realizada por EPA, el mercado se reparte entre los optimistas (quienes creen que el presidente Donald Trump mantendrá el régimen de promoción de biocombustibles en EE.UU.) y los pesimistas (que esperan que un recorte importante del mandado obligatorio).
Lo insólito es que, mientras sigue en la “nebulosa” la situación relativa al documento de la EPA, en el Congreso de EE.UU. avanza un proyecto diseñado por el gobierno federal que está en línea con los intereses del sector agroindustrial estadounidense.
Se trata de la iniciativa legislativa de promoción económica titulada “proyecto único, grande y hermoso” (sic), que está conformado por cinco capítulos, uno de los cuales está dedicado al sector agropecuario estadounidense (“Makes Rural America Great Again”).
El proyecto, que está en pleno tratamiento en el Congreso, establece criterios que contribuirían a excluir el uso de materias primas extranjeras para la elaboración de biodiésel, tal como sucedió en los últimos años con el aceite de cocina usado de China, el aceite de colza de Canadá o el sebo bovino provenientes de Australia, Brasil y Argentina. Por lo tanto, la medida, una vez aprobada, promovería el consumo interno de aceite de soja en EE.UU. destinado a la elaboración de biodiésel.
Sin embargo, si EPA finalmente promueve un menor uso de biodiésel en el marco del mandato obligatorio y eso es validado por el gobierno federal, esa noticia terminaría desarticulando el factor favorable que se está debatiendo en el Congreso de EE.UU.