Según un nuevo estudio de FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina) que intenta comunicar el aporte del campo “en números”, el sector genera de manera directa e indirecta 2 de cada 10 empleos en el sector privado, un total de 3,7 millones de puestos de trabajo.
A partir de datos oficiales para 2018 se sabe que en la Argentina había 20.723.314 personas que se encontraban dentro de PEA (Población Económicamente Activa), es decir que estaban trabajando o buscando trabajo. De ese total, un total de 18.798.927 personas entraban en la categoría de ocupados, mientras que los 1.924.387 restantes estaban desocupados. Esto refleja que de los 44,5 millones de argentinos, el 42,3% se encontraba empleado. Por otro lado, de los 20,5 millones, 17.017.816 eran puestos de trabajo en el ámbito privado (83%), mientras que 3.482.737 se desempeñaban en el sector público (17%).
En este contexto, FADA calculó cuántas personas se desempeñaban dentro de las llamadas cadenas agroalimentarias. Para ello, se utilizan las bases de INDEC complementadas con los datos aportados por SIPA y el Ministerio de Producción y Trabajo.
“Para el año 2018, las cadenas agroalimentarias generaron 3.710.876 puestos de trabajo. De estos, el 72% se encontraba empleado de manera formal (en relación de dependencia o cuentapropista) y el 28% restante en el mercado informal”, indicó el trabajo. En comparación con el total del empleo privado citado previamente, surge que 2 de cada 10 puestos de trabajo se generan desde las cadenas agroalimentarias, o el 22% de los empleos en el sector privado. “Si se suma el sector público y se considera el empleo público y privado, dicha participación es del 18%” del total, se precisó.
Considerando el eslabón primario, que genera 1.418.962 puestos de trabajo, se destaca que las economías regionales generan el 32% de dicho empleo, seguido en importancia por las cadenas cárnicas y lechería con un 29% y luego los cereales y oleaginosas, con un 18%.
Dentro de este eslabón, sin embargo, se destaca también la generación de empleo producida por la prestación de servicios estrictamente vinculados al eslabón, como lo son los contratistas, veterinarios, ingenieros agrónomos, entre otros. Estos generaron el 20% del empleo primario.
En el mismo sentido, dentro del eslabón industrial, que genera 836.768 puestos de trabajo, el agregado de valor al sector cárnico y lechero es el mayor generador de empleo con el 35%, seguido por los cereales y oleaginosas con un 32% y luego, por las economías regionales con un 20%. Por último, se encuentra el sector forestal con un 14% del empleo generado en el sector industrial.
La Fundación FADA, con sede en Río Cuarto, Córdoba, siempre busca fórmulas curiosas para penetrar con sus mensajes en la población. Dijo, en ese sentido, que el número de empleos directos e indirectos que dependen del agro podrían llenar “173 estadios del Lobo”, en referencia a la cancha de fútbol de Gimnasia y Esgrima de La Plata.
Nicolle Pisani Claro, economista de FADA que participó de la confección del documento, afirmó que de la producción de granos en Argentina una parte se destina al mercado doméstico y otra a la exportación. “Si pensamos en términos del mercado externo, el empleo que genera cada barco de granos sustenta a 110 familias argentinas”, explicó la analista.
La economista aclaró que para la base de este estudio “entendemos por cadenas agroalimentarias a los insumos y la maquinaria, la actividad forestal, las cadenas cárnicas y lácteas, cereales y oleaginosas, los biocombustibles y las economías regionales. Desde la producción, industrialización, sumándose eslabones como la comercialización, el transporte y la logística”.
Para seguir con las parábolas futboleras, el informe de FADA calculó que “en un año sembramos 51 millones de canchas del Pincha” (Estudiantes de La Plata). Para ello se sembraron 36,5 millones de hectáreas. Y si ponemos nuestros granos en camiones, la fila daría dos vueltas al mundo, se apuntó.
Por otro lado, el trabajo sostuvo que “el campo aporta 1 de cada 9 pesos, el equivalente al 10,6% de los impuestos considerados de AFIP.
Siguiendo con el aporte el campo, el estudio arroja que 6 de cada 10 dólares que se generan por exportación vienen del sector y “nos permiten importar electrónica, energía y autos, entre otros”.