En los últimos meses la demanda de camionetas superó ampliamente a la oferta disponible y en seguida las críticas apuntaron a la importación. Sin embargo, los representantes de la Asociación de Fabricantes de Automóviles (ADEFA) aseguran que la causa detrás de ese fenómeno son las consecuencias que dejó la pandemia: fábricas paradas y demora en la plena reactivación de las actividades.
“La realidad es que si hoy no se puede atender a la demanda es principalmente porque el año pasado tuvimos 60 días cerradas las plantas. Luego, a partir de protocolos muy exigentes que fuimos armando junto a la cadena de valor y al gobierno, se pudo volver a producir. Pero en el medio te queda mucho personal que por cuestiones de riesgo no ha podido reintegrarse o gente que, por otros motivos, no ha vuelto cien por ciento a sus funciones”, explicó a Bichos de Campo Fernando Rodríguez Canedo, director ejecutivo de ADEFA.
Argentina se destaca en el rubro, dado que en el país se producen cinco de las siete camionetas que se fabrican a nivel regional con una oferta que, si bien tiene una demanda asegurada en el mercado local (en buena medida gracias al agro), mayormente se destina a la exportación.
Las ventas al exterior que realiza este sector se dirigen principalmente a Brasil, Uruguay, Chile, Colombia y Ecuador. Y en menor medida, también se exporta hacia países de América Central, Europa, norte de África y Oceanía.
“La exportación y las ventas se están recuperando. Si hay faltantes, eso responde a una lentitud en volver a poner en marcha una industria que involucra doce terminales, más de 200 proveedores y más de 600 concesionarios. Es propio de esa lentitud el hecho de que hoy estemos con menos oferta de lo que esa demanda exige”, aseguró Rodríguez Canedo.
Luego de la implementación de aislamiento obligatorio a fines de marzo de 2020, la industria automotriz recién pudo retomar actividades con cierta normalidad en julio del año pasado. Y desde entonces hicieron grandes esfuerzos por intentar recuperar las unidades que no se llegaron a fabricar en el tercer trimestre del año pasado.
La cuestión es que el bache de oferta coincidió con un auge de la demanda. “Vamos a ser sinceros: si la demanda ha superado lo que nosotros teníamos previsto, es por temas de un tipo de cambio relativamente planchado y la falta de poder de compra de dólares en el mercado; la gente piensa en la compra del vehículo como un ahorro”, remarcó Rodríguez Canedo.
En lo que respecta a las tan temidas licencias de importación de vehículos y autopartes, ADEFA indicó que durante el 2020 se trabajó en función de una pauta previamente acordada con el gobierno, en la que se presentaron informes de la balanza comercial del sector.
“Nos comprometíamos a que si los dólares (para importar insumos) estaban, íbamos a producir 25.000 unidades más, exportar 15.000 unidades más y a vender otras 30.0000 unidades adicionales, y hacia el final del 2020 todo eso se superó”, aseguró el director ejecutivo de ADEFA.
Este año la pauta de asignación de divisas se determinó de manera trimestral en base a un orden de prioridades fijado por cada terminal. “No hemos tenido problemas en ese sentido”, afirmó Rodríguez Canedo.
En el primer bimestre de 2021 los patentamientos de las seis camionetas más elegidas por productores agropecuarios –Toyota Hilux, Volkswagen Amarok, Ford Ranger, Chevrolet S-10, Fiat Toro y Nissan Frontier, junto con la nueva Renault Alaskan– sumaron 14.775 unidades, una cifra sustancialmente superior a la registrada en el mismo período de los últimos dos años, según datos difundidos por la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara).