A esta altura, Santiago Zapiola bien podría estar disfrutando de su jubilación. Hace casi 40 años que navega por el mundo del girasol: fue pasante en Asgrow, criador en Mycogen, gerente de semillas en Zeneca, marketinero en Morgan, líder de producto en Dow, y hasta trabajó en un ingenio en Salta.
Pero en lugar de bajar el ritmo cuando podía, eligió volver a empezar. En 2006 fundó Zeta Semillas, una empresa familiar 100% argentina que se puso por delante una misión clara: ser referencia en genética de girasol local, y después exportar.
Hoy Zapiola comparte la conducción de la firma semillera con sus dos hijos: Lucas lleva la operación desde la producción en campo a la planta semillera, y Santiago que se ocupa del área comercial. Se presentan en una gacetilla como “una estructura familiar con mirada técnica y foco empresarial”.
En 2023 esta firma logró registrar su primer híbrido en Europa, instaló un invernáculo para trace introgression (o hibridación introgresiva, que consiste en la incorporación de material genético de una especie al acervo genético de otra mediante hibridación y retrocruzamiento), y accedió a financiamiento para equipar sus laboratorios con lo último para hacer biotecnología.
Cuenta con 4 localidades para testear a campo sus híbridos. Sobre ellos dicen que buscan “híbridos adaptados a las tres regiones girasoleras de Argentina, con sanidad, estabilidad, materia grasa y rinde”.
Su portafolio no se limita al girasol: también incluye sorgo y maíz -doble propósito y granífero- con foco en rendimiento y estabilidad regional. Pero el girasol sigue siendo el corazón de la semillera. Zeta ofrece híbridos alto oleico, linoleico, confitero y estriado, todos con rendimientos destacados: hay materiales que superan los 4.500 kilos por hectárea y combinan esa productividad con altos niveles de materia grasa, lo que los vuelve muy valorados por la industria.
La estrategia de esta semillera especializada es clara: abrir nichos de alto valor no solo en la Argentina sino a nivel regional. Ya están presentes en Brasil, Bolivia, Paraguay y también en Europa, con híbridos de girasol que apuntan tanto a volumen como a calidad. En Europa el girasol es un cultivo señero, así que resulta difícil dar pelea. Pero Z Semillas ya cuenta con representaciones en Francia y Rumania.
Para la campaña 2025/26, con un escenario favorable en precios, clima y márgenes, los Zapiola se muestran orgullosos de su portafolio, conscientes de que competir contra gigantes requiere historia, coherencia y visión.