Qué buena noticia: la empresa petrolera estatal argentina YPF logró obtener en el primer trimestre de 2020 un resultado neto de 248 millones de dólares versus una pérdida de 25 millones en el mismo período de 2021.
Pero en la presentación de resultados trimestrales informada por la compañía existe un detalle que, seguramente, no será de mucho agrado para productores agropecuarios y transportistas.
“El precio promedio del gasoil en el mercado local en dólares aumentó un 7,5% trimestre contra trimestre (el primero de 2022 versus el último de 2021), mientras que el precio de la nafta se incrementó un 6,4%”, remarcó el documento de YPF.
“El crecimiento secuencial se debió a la reanudación de los ajustes de precios en el surtidor que tuvieron lugar en febrero y marzo, en línea con la estrategia anunciada para compensar la depreciación de la moneda y conseguir, al menos parcialmente, seguir la tendencia de los precios internacionales”, aseguró. Hasta aquí nada fuera de lo común.
“Además, hemos avanzado con una estrategia de reducir los descuentos en los segmentos mayoristas, incrementando el precio de estos canales por encima del precio surtidor y en algunos segmentos particulares, hemos logrado trasladar las paridades internacionales a los precios locales”, añadió YPF.
Ese último párrafo, redactado con sinceridad brutal, deja en evidencia que el incremento del precio del gasoil registrado desde marzo pasado, lejos de tratarse de un problema generado por factores logísticos de orden geopolítico, se originó a partir de una estrategia deliberada de las autoridades de YPF.
En el primer trimestre de 2022 los ingresos de YPF ascendieron a 3635 millones de dólares, una cifra 37,3% superior respecto del mismo período de 2021.
“En términos secuenciales, los mayores precios de los combustibles en el mercado local del canal estaciones de servicio (alrededor del 50% de los ingresos totales), acompañados por precios aún mayores en los canales mayoristas (alrededor del 10% de los ingresos totales), junto con mejores precios de los productos que se correlacionan estrechamente a referencias internacionales, como los lubricantes, jet fuel (combustible para aviones), propano, productos petroquímicos y nafta virgen (alrededor del 20% de los ingresos totales), se vieron compensados por los menores volúmenes despachados de nafta y gasoil”, se vanagloria YPF en el informe trimestral.
Incluso el reporte asegura que las importaciones de combustible disminuyeron un 9,8% en el primer trimestre de este año respecto del último de 2021 “debido principalmente a una reducción de los volúmenes importados de nafta y gasoil premium del 21,5% como consecuencia de la menor demanda, parcialmente compensada por el aumento de los precios del orden del 11%”.
Donde dice “menor demanda”, probablemente deba decir “largas colas de camiones con transportistas desesperados por encontrar algo de gasoil” y “productores rezando para que no se termina el combustible antes de la finalización de la cosecha”.
En cuanto a la producción de petróleo, YPF también tiene buenas noticias porque en términos interanuales logró un crecimiento del 15,7% impulsado por el extraordinario incremento de la producción no convencional. En ese sentido, se registró un aumento del 52% en la producción de crudo shale y del 140% en la producción de shale gas. Como resultado, la producción no convencional representó en el primer trimestre del año el 38% de la producción total de hidrocarburos frente al 22% del año anterior.
Pero, claro, si bien pudieron hacer un ajuste salvaje de precios al agro y al transporte de cargas, no fue el caso de los hidrocarburos, los cuales tienen “precios cuidados” por el Estado nacional.
“Los precios de venta del crudo y gas durante el trimestre se mantuvieron relativamente estables. El precio promedio de venta del crudo aumentó un 1,9% de forma secuencial hasta 59 dólares por barril, beneficiándose sólo parcialmente de la mejora de los precios internacionales, ya que el crudo local siguió negociándose entre productores y refinadores locales en un marco de acuerdo común que busca amortiguar el impacto de la alta volatilidad de los precios internacionales en los precios de los surtidores locales. En lo que respecta al gas natural, el precio promedio con clientes en el trimestre fue de 3,1 u$s/MMBTU, casi sin cambios trimestre contra trimestre y con un aumento del 5,7% año/año, gracias a la mejora de los precios en los segmentos de industrias y GNC”, reconoció la compañía.
Por suerte, con el aporte de los productores agropecuarios y transportistas, YPF pudo mejorar notablemente los magros resultados que venía registrando desde la aparición de la pandemia de Covid-19. ¡Enhorabuena!
Pte. @alferdez como hacemos los Transportistas con semejantes distorsiones en el precio del GasOil❓
Suipacha, BsAs
Blanca $178
YPF $124,4
43% de diferencia.Te fundis si no conseguís GasOil YPF.
Unifique el Precio del GasOil a nivel Nacional.
Estas distorsiones matan al pais pic.twitter.com/iOQj8YVtP6
— Manolo Lamas. (@ManoloLamas71) May 11, 2022