Este lunes, la Comisión de Políticas Agropecuarias de la Fundación Alem, que es la organización oficial de la Unión Cívica Radical dedicada al análisis de los problemas públicos argentinos y la formación política de los miembros de ese partido, comenzará a esbozar un Proyecto de Ley Agropecuaria Argentina. El debate contará con el aporte de Eduardo Manciana, economista y ex secretario en el Ministerio de Agricultura, quien hace rato vienen diciendo que el campo necesita un programa agropecuario de largo plazo, como tienen Europa y Estados Unidos.
Luis María Migliaro, dirigente radical de Pergamino y experto en el mercado agrícola, es actualmente el coordinador de esa Comisión dentro del radicalismo. Bichos de Campo lo consultó sobre esta iniciativa.
-¿Por qué salen ahora con la propuesta de una Ley Agrícola?
-El tema de la Ley Agrícola es algo que veninos pregonando desde hace mucho tiempo. Cuando hacíamos la campaña recorriendo la provincia, siempre remarcaba que Estados Unidos tiene el “Farm Bill”, que es una ley con un presupuesto muy abultado, que se vota por cinco años, con lo cual siempre trasciende el mandato presidencial, lo que demuestra que es una Ley de Estado y no de un gobierno.
-Pero Argentina no es Estados Unidos…
-No nos podemos comparar con Estados Unidos, es cierto. No disponemos de los fondos para aspirar a semejante avance, pero si podemos plantear una ley que se puede comenzar haciendo por un periodo más corto, dado nuestra permanente inestabilidad. Por ejemplo, tres años renovable por el Congreso por otros tres años, para comenzar. Es incomprensible no tener una ley para un sector como el agroalimentario, que en muchos casos actúa como motor de la recuperación de las crisis económicas internas o externas que cada diez años padece nuestro país, por lo menos en los últimos 40 o 50 años.
-¿Por qué aquí no hay una ley agrícola?
-A pesar de esa evidencia, no ha sido capaz la dirigencia política de generar algo para defender y fortalecer al sector que en forma sostenida genera divisas, que son siempre necesarias y en algunos momentos como el actual, imprescindibles. Esta es una asignatura pendiente de todo el espectro político.
-¿La Fundación Alem que plantea?
-Debemos aclarar que la Mesa Agropecuaria de la Fundación Alem es donde se debaten las ideas sectoriales que se proporcionan a nuestras autoridades partidarias de la UCR. En esta oportunidad, nos proponemos generar un espacio de debate y discusión, capaz de consensuar una Ley Agropecuaria, que tenga como primer objetivo dar un marco de previsibilidad al sector, para que los que tiene que tomar decisiones empresariales tengan un marco estable y permanente.
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-¿Podría incluir subsidios, como en la PAC europea o en la Farm Bill estadounidense?
-Este sector no necesita subsidios ni prebendas, tampoco los quiere. Cuando se aplicaron, no lograron los objetivos buscados y terminaron siendo un nido de corrupción descomunal, que además nunca se aclaró. La Ley que propiciamos debe modificar la emergencia agropecuaria, remplazarla por un seguro multirriesgo, con un sistema de administración mixta, publico/privado, donde todos los productores paguen una mínima prima y los damnificados cobren en tiempo y forma. Además se debe inducir a los productores, con incentivos directos, para que utilicen las coberturas de precios que ofrece el mercado, para evitar los vaivenes de los precios. Esto son solo algunos de los conceptos que forman parte del documento y debe contemplar la ley.
-¿Tendrán el acuerdo de las entidades de la Mesa de Enlace?
-Hoy la dirigencia rural no representa a las bases. Y cuando hablan hacia sus dirigidos, suelen transmitir odios hacia los que no pertenecen al sector y que supuestamente viven gracias al esfuerzo que hace el campo. Ese no es el camino. Podemos seguir enumerando los temas que se deben abordaren en una ley de estas características, pero no avanzaremos si primero no logramos modificar este concepto actual que tienen los ruralistas, de que sólo el campo es el salvador de la patria.
-¿Y cómo sacar adelante una ley sin consenso social?
-Al campo se lo debe potenciar, para que duplique su producción, que incorpore tecnología a través de la ciencia y técnica, la genética, el manejo. Esto solamente lo puede lograr la política, a través de grandes consensos, como lo realizó en Brasil, Uruguay, Paraguay, por nombrar ejemplos cercanos. Hay que lograr que se mire al campo como parte integrante de un país y dejar de percibir que solo somos un país con campo.
-¿Qué plazos se proyectan para dar este debate?
-En esta mesa agropecuaria de la UCR, desde la coordinación logramos este año formar un espacio de debate. Comenzamos proponiendo la necesidad de crear una Ley de estas características. Íbamos a plantearlo en un Congreso Nacional del Partido que teníamos planeado hacer en marzo en el auditorio de la BCR (Bolsa de Rosario). Luego la pandemia no lo permitió. Pero de todos modos, algo demorados, avanzamos igual. En la Fundación Alem logramos discutir durante este año temas importantes, como el análisis de la propuesta sobre los cerdos, dado el proyecto de convenio con China, lo que generó un documento final. Abordamos la discusión de como vemos la agricultura de post pandemia. Analizamos con especialistas la aplicación del diferencial sobre los derechos de exportación a favor de los granos procesadores. Y más recientemente analizamos con especialistas y científicos el impacto que puede tener la incorporación del trigo HB4.
-¿Entonces se puede decir que la UCR puso en marcha un debate agropecuario interno?
-Como podrás visualizar, el Partido cuenta con muchos dirigentes, con conocimiento, capacidad y experiencia de gestión, para aportar sobre este y otros temas. Solo necesita una coordinación para poder expresarse. Esto es lo que hemos generado en este espacio de debate técnico pero con sustento político.