Los artesanos textiles de Catamarca son verdaderos guardianes de un conocimiento muy propio: el uso de plantas tintóreas. Ese saber que entrelaza naturaleza y cultura, vinculado tanto a vegetales como a animales, forma parte de lo que llamamos patrimonio biocultural. No es solo técnica, es identidad. Y son estos recursos los que, ayer y hoy, siguen eligiendo los artesanos catamarqueños para dar valor agregado a sus creaciones.
“La tinción con recursos vegetales además de ser una práctica ancestral es una cultura viva, que se transmite de generación en generación y lejos de quedar confinada al ámbito rural ha encontrado nuevas formas de expresarse. Hoy, muchos artesanos que crecieron en zonas rurales se sumergen en la vida urbana para incorporar técnicas contemporáneas que les permiten actualizar y enriquecer sus producciones. Gracias a este cruce entre lo ancestral y lo moderno logran ampliar su alcance, visibilizar su arte y potenciar la comercialización de sus productos”, explica Virginia Furque, profesora de Biología y licenciada en Ciencias Biológicas, cuya tesina tuvo como tema de investigación la etnobotánica del arte textil en Catamarca.
“Me apasionó ver cómo a partir de un recurso de la naturaleza podemos obtener una utilidad tan apreciable como la tinción natural”, cuenta. “A la vez, el arte textil es para Catamarca parte de nuestra identidad, de la cultura que queremos mantener para los más jóvenes, así que quise aportar desde la academia un granito de arena y brindarles a los artesanos textiles una ´receta´ de cómo trabajar con estos recursos vegetales tintóreos”.
-¿Cuáles son las especies más valoradas?
-Los artesanos textiles valoran todos los recursos vegetales de los que puedan extraer utilidades, como la tinción natural. Las especies que más se mencionan son la jarilla, el nogal y la cebolla, dando cuenta de la diversidad de ambientes y prácticas utilizadas para su obtención: jardines, cultivos, comercio, recolección en ambientes naturales e intercambios con familiares y amigos, donde la recolección se realiza alrededor de la vivienda. Para otras comunidades, y por lo general asociado a la modernidad, se recurre a vegetales de comercios, como cebolla, zanahoria, remolacha, yerba mate.
-Usted relevó 84 especies tintóreas. ¿Cómo fue el proceso?
-Con encuestas y entrevistas a artesanos textiles catamarqueños entre 2023 y 2024. Los entrevistados respondieron una serie de preguntas acerca de las fibras que hilan, tejen y tiñen, los mordientes y las plantas tintóreas que utilizan; a estos artesanos los llamamos aprendices y lograron sistematizar un total de 43 especies tintóreas. Además, entrevisté a 11 artesanos textiles experimentados que identificaron 41 especies nuevas. Es el mayor número de registros de especies para esta práctica en Argentina.
-¿Alguna planta la sorprendió por su color o efectividad como tinte?
-Sí, el rosado obtenido del carozo de la palta y el azul del maíz morado. Los tintes naturales dan una amplia variedad de colores que van desde los amarillos y amarronados, pasando por los verdes, rojos, naranjas y hasta los azules. Todos tienen amplia efectividad en la intensidad de colores.
-¿Qué tipo de ensayos se realizó en laboratorio?
-Evaluamos las mejores concentraciones y tiempos de empleo de los diferentes mordientes minerales, que se dividen en los comerciales (alumbre, bicarbonato de sodio, vinagre y limón) y los puros (ácido acético, ácido clorhídrico, hidróxido de sodio e hidróxido de amonio). Una vez establecidas las mejores concentraciones y tiempos de los mordientes, se realizaron dos ensayos de tinción (uno con suico y otro con cochinilla, como recursos tintóreos), siguiendo los pasos que nos comentaron los artesanos textiles. Y el resultado fue que todos los mordientes de fácil acceso (los comerciales) son los mejores, más baratos y eficientes.
-¿Qué mordientes demostraron ser más eficaces y por qué?
-La eficiencia de los mordientes usados en los ensayos se centró en su naturaleza: ácida, básica o de sales, y en las concentraciones a las que fueron aplicados en las fibras; la sal de alumbre fue el más eficiente en intensidad y variación de color. Los mordientes también pueden ser modificadores de color y en algunos casos provocan más brillo o viveza, los oscurecen y hasta transforman el color original en uno nuevo. El uso de mordientes en el teñido con colorantes naturales es un punto esencial y juegan un papel importante en el proceso, modificando la solidez de los colores y el brillo.
-¿Qué diferencias hay entre teñir fibras vegetales y animales?
-Las fibras empleadas para los ensayos fueron la lana y el algodón, que son las más empleadas por los artesanos. Las intensidades y variaciones de colores obtenidos en ambas fueron muy similares gracias al uso correcto de los mordientes, que prepararon las fibras para recibir el color. Sí notamos diferencias en la resistencia de la fibra a la abrasión o daño sufrido por la aplicación de los mordientes minerales: el algodón resultó más resistente.
-¿Qué rol podría tener esta práctica en el desarrollo sustentable de la región?
-El teñido natural es clave en el desarrollo del arte textil sostenible y para la creciente demanda de productos con este tipo de tintes, causada por la concientización de los consumidores por la preservación del ambiente y su salud. Para la región oeste y centro de Catamarca donde realizamos las entrevistas, notamos un gran número de especies nativas: concretamente el 70% de las 84 especies registradas. Esto implica no solo reducir costos en la elaboración de una prenda artesanal colorida sino también revalorizar la flora autóctona y parte de nuestro patrimonio biocultural.
–¿Hay un mercado nacional e internacional para estos productos?
-Sí, y en crecimiento. El mejor mercado para estos productos es la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho, a la cual asisten todos los artesanos textiles locales y de otras provincias. Es el lugar apropiado para visibilizar sus producciones y los recursos que emplean para su elaboración. Hay mucha demanda desde el exterior, pero se debe planificar para que los recursos naturales no se vean afectados.