En las últimas semanas la mayor parte del tiempo de los representantes institucionales de las entidades que integran la cadena agroindustrial está dedicado a realizar acciones destinadas a disponer de divisas al tipo de cambio oficial para poder concretar importaciones de insumos y piezas indispensables para la actividad.
Para eso deben atravesar el “filtro” de funcionarios del Banco Central (BCRA), de la Secretaría de Comercio y del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) gestionado por la Aduana. Una auténtica “carrera de obstáculos”.
Si bien los agroinsumos deberían tener prioridad porque el campo es la principal fuente de divisas de la economía argentina– incluso luego de un desastre climático inédito–, la realidad es que los integrantes del sector están muchas veces en la extensa “cola” de mendigantes de divisas.
Este martes el subsecretario de Agricultura, Delfo Buchaillot, convocó a los integrantes de la cadena agroindustrial para charlar sobre el estado de situación de cada sector con el propósito de concentrar los diferentes pedidos de divisas en función de las necesidades de cada uno.
Se supone que así los reclamos deberían tener un mayor éxito, aunque tampoco conviene hacerse muchas ilusiones, porque el propio ministro de Economía Sergio Massa solicitó al BCRA que derogue una norma crediticia discriminatoria contra el agro y aún no consiguió una respuesta favorable.
La habilitación de la operatoria con yuanes –en el marco de un acuerdo especial con el gobierno chino– contribuyó a descomprimir en parte las necesidades de importaciones de fitosanitarios, pero en el caso de los fertilizantes se necesitan dólares para poder asegurar la disponibilidad del producto proveniente de diferentes orígenes (como EE.UU., Marruecos o Rusia).
Si bien el grueso de los insumos para encarar la campaña fina ya está gestionado –ayudó el hecho de que la demanda no explotó porque buena parte del área agrícola sigue fuera de juego en términos climáticos–, el gran desafío será contar con las divisas suficientes para poder importar los agroinsumos de la próxima cosecha gruesa.
En la reunión realizada ayer en la sede porteña de la Secretaría de Agricultura, además de las entidades responsables de la importación y comercialización de agroinsumos, participaron integrantes de los sectores de balanceados, que vienen experimentado importantes dificultades para importar micronutrientes que no se elaboran en el país. También estuvieron presentes representantes de la industria de la maquinaria agrícola, que requieren importar piezas que tampoco se fabrican en el territorio argentino.
En el marco del Observatorio Nacional de Insumos Agrícolas de la #SubseAgricultura, convocamos a las Cámaras del sector agropecuario para poner en marcha un plan de acción que canalice las necesidades referidas a la importación de los insumos necesarios para lo que resta de 2023 pic.twitter.com/MRnWeGJFE8
— Delfo Buchaillot (@delfob) June 6, 2023