A través de su Instituto de Estudios Económicos (IIEE), la Sociedad Rural Argentina (SRA) elaboró un informe en el que analiza la situación actual del mercado triguero y arrojó señales de alerta.
Según los datos relevados, en la campaña 2022/23 se sembraron 5,1 millones de hectáreas -un millón menos que la campaña anterior- y se produjeron 11,6 millones de toneladas, cifra que marca una caída del 48% respecto de la campaña pasada.
En 2022 las exportaciones de trigo representaron el 8,5% del total de las toneladas comercializadas en el mercado global. En el mismo año, el 5,3% del total de las exportaciones argentinas respondieron al complejo del trigo, generando U$S 4.312 millones por exportaciones de trigo y U$S 199 millones en harina de trigo. Eso sin embargo podría caer aún más teniendo en cuenta el efecto de la sequía y la elección de otros cultivos por parte de los productores, por ejemplo la cebada, ante la falta de señales en ese mercado.
“El mercado está paralizado sin señales positivas para el desarrollo de la cadena y un claro ejemplo es que la capacidad de molienda no ha crecido en las últimas dos décadas a pesar de la protección que ha tenido de las políticas públicas: derechos de exportación, acuerdo de precios, volúmenes de equilibrio, restricciones de los permisos, entre otros”, afirmó el presidente de la SRA, Nicolás Pino.
En esa línea, el vicepresidente de la entidad, Marcos Pereda, indicó: “Los productores vamos a cosechar el trigo con un nuevo Gobierno y todavía no sabemos qué van a hacer quienes vayan a asumir. Necesitamos señales claras, que hoy no tenemos, que se orienten a un normal funcionamiento de los mercados, un tipo de cambio unificado, sin derechos y cupos de exportación”.
En cuanto a las medidas del gobierno, el informe puntualizó que “en la campaña pasada se establecieron límites a las exportaciones por 10 millones de toneladas, los exportadores adelantaron declaraciones de ventas al exterior que luego fueron prorrogadas. Medidas que hasta el día de hoy siguen vigentes, impidiendo que el productor capte el precio lleno del producto”.
“Necesitamos mantener nuestras ventajas comparativas y poder contar con un producto competitivo en el mercado (Brasil ya está exportando trigo), para poder generar un mejor mercado económico”, se afirmó luego.
¿Qué desafíos tiene por delante el trigo? Desde la SRA señalaron que “para que el mercado funcione normalmente a lo largo del año es necesario garantizar la competencia entre los distintos actores”, además de “seguir diversificando los destinos de exportación que permite achicar el riesgo de mercado”.