Como en muchas otras zonas del país, en buena parte de la región del NOA no se registran lluvias suficientes desde octubre del año pasado. Los productores cañeros de Jujuy y Salta, en este contexto, alertaron que la falta de lluvias y de agua de riego ya provocó una pérdida de más del 30% de la producción y de persistir la sequía las pérdidas podrían ser mayores para la presente zafra 2022.
Los dirigentes de la Unión de Cañeros Independientes de Jujuy y Salta (Ucijs) indicaron que “estamos transitando una campaña donde la falta de precipitaciones y de agua de riego comienza a hacerse notar en los cañaverales con daños irreversibles. Será una de las peores zafras de los últimos tiempos”, adelantaron en un comunicado.
La entidad estima que los cañaverales de Salta y Jujuy recibirán esta temporada el menor nivel de precipitaciones en más de 10 años. Incluso, se atreven a calcular que las pérdidas hasta el momento ya alcanzaron más del 30% de la producción esperada. La cosecha de caña de azúcar suele iniciarse en abril o mayo de cada año y se extiende hasta octubre o noviembre.
Pero esta temporada habrá lotes que ni siquiera podrán cortarse. Por caso, la Unión avisó que “las plantaciones realizadas en primavera no se podrán cosechar porque están prácticamente destruidas”. Tampoco “hay posibilidades de poder plantar en marzo porque no cuentan con los recursos económicos y además corren el riesgo de no tener semillas para hacerlo”.
Según los técnicos de la entidad, “lo que se perdió ya no se recupera porque en los meses de mayor potencial de crecimiento de la caña faltó agua y eso comienza a notarse”.
“La regularización de las lluvias que pudiera darse a partir de este mes detendrían el deterioro, pero la acumulación del daño no es reversible”, agregaron.
La UCIJS recordó que esta situación ya fue alertada a los ingenios y a los gobiernos en 2021. El año pasado, en rigor, “también transitamos una zafra muy difícil, marcada por la pandemia y la sequía, a la cual se sumó la falta de atención crediticia para la renovación de plantaciones”.
“Los inconvenientes de este panorama seguramente se trasladarán a la industria y a toda la cadena de valor de la caña de azúcar”, añadieron los productores independientes, que en esas dos provincias entregan cerca dle 25% del total de la caña molida por los ingenios.
Obviamente, tras lanzar todas estas advertencias, los cañeros independientes pidieron a las autoridades “atención a esta contingencia que impactará en la economía y las fuentes de trabajo de la región”.