Finalmente se empiezan a conocer datos de la feroz sequía que afectó –y lo sigue haciendo- a la producción agropecuaria de nuestro país.
En términos agrícolas, los cultivos de verano como soja y maíz fueron los más perjudicados por la falta de precipitaciones a lo largo de la campaña, que arrancó a fines del año pasado y cosechó los magros resultados durante los primeros meses de este 2023.
Particularmente en Córdoba, una provincia que históricamente disputa los primeros puestos en el ranking de los distritos sojeros, los rendimientos de la oleaginosa y por ende su producción, se fueron a pique y todo se redujo a la mitad.
De acuerdo a los datos definitivos que aportó la Bolsa de Cereales de Córdoba, durante la pasada campaña se sembraron con soja poco más de 4 millones de hectáreas, de las cuales se cosecharon 3,5 millones, con un rendimiento promedio de 15,2 quintales por hectárea, en promedio. El resultado de esto fueron 5,2 millones de toneladas de producción, es decir 55% menos que la campaña precedente, y 59% menos de la producción histórica.
En esta provincia se siembra cerca del 30% del área nacional destinado a ese cultivo, discutiendo el liderazgo anualmente con la provincia de Buenos Aires.
En la provincia mediterránea, los efectos de la sequía no terminan de irse, dado que aún no se concretaron las precipitaciones esperadas desde mediados del 2023. Muestra de esto es lo que graficó semanas atrás el presidente de la Sociedad Rural de Jesús María, en la región centro norte de la provincia.
Eduardo Riera manifestó a Bichos de Campo: “Acá en esta zona la sequía es muy compleja. En el norte cordobés todavía hay muchos lugares donde la lluvia no ha llegado, y el agua todavía es escasa. Estamos tratando de colaborar en las gestiones con algunos productores, para que con un alimento balanceado con agua, logren llegar a lo que viene”.
La sequía es porque están manipulando el clima, gracias a los gobiernos corruptos que dejan que USA haga ésto…..