La protesta de productores ganaderos correntinos, que se sienten los hijos de la pavota por tener que asumir todos los costos de la lucha contra la garrapata sin que se registren avances en el control de esa plaga desde hace más de siete décadas, comenzó a dar sus primeros frutos: el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) flexibilizó los movimientos de hacienda al menos dentro del territorio provincial para los animales destinados a faena.
En efecto, este martes se publicó en el Boletín Oficial la Resolución 841/2018 del Senasa, que dispone en su primer artículo: “Se autoriza en la Provincia de Corrientes el movimiento de animales desde la zona de control hacia la zona de erradicación, sin la obligación de cumplir con el procedimiento de inspección y despacho de hacienda únicamente cuando el destino final de los animales sea la faena inmediata en un frigorífico ubicado en la misma provincia”.
Aunque restringida a la provincia y a animales que van a frigorífico, se trata de la primera flexibilización concreta del programa nacional de erradicación de la garrapata, que según muchos productores correntinos lleva más de 70 años de aplicación, con un altísimo costo para ellos, sin ofrecer ningún resultado, porque las poblaciones de garrapatas no decrece en la zona endémica y tampoco es cierto que no haya presencia del insecto en las consideradas zonas libres.
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Por este reclamo de índole sanitario, incluso, se formó la ultima sociedad rural creada en el país, la de Perugorría, que representa a los ganaderos de la cuarta y quinta sección del departamento Curuzú Cuatiá, uno de los siete departamentos correntinos que padecen los controles más intensos. Luego la rebeldía se contagió a Sauce, lindero a Perugorría, con ambientes similares de monte y pajonales que tornan impracticable un control definitivo de la garrapata.
Por eso estos productores correntinos reclaman un cambio en la lógica de este plan: piden que la concepción de “erradicación” se modifique por otra de “control”, ya que existen zonas en el país donde la desaparición total de la garrapata es imposible, aunque sí podrían lograrse bajos niveles de presencia. La flexibilización de los movimientos en Corrientes parece indicar un primer paso en ese sentido.
La nueva Resolución de Senasa recuerda que una ley de la era del ñaupa, que lleva el número 12.566, declara obligatoria en todo el país la lucha sistemática y ofensiva contra las diferentes especies de garrapata del ganado, “en la forma zonas y tiempo que determine el Poder Ejecutivo”. En esta lógica que hasta ahora no ofreció grandes resultados, los correntinos están obligados a realizar costosos tratamientos por ser considerados como “zona endémica”. La hacienda que salga de allí hacia otras regiones supuestamente “libres” de garrapata, debe además ser controlada, pero también existe una suerte de frontera interna, entre zonas de “eeradicación” y zonas “sucias”.
Lo que se elimina ahora es una restricción interna entre zonas de la propia provincia. “No es el fin de la erradicación, pero sí una buena medida. Busca habilitar mercados para novillos del norte, bajando riesgo de residuos”, indicó a primera vista uno de los dirigentes que más pide a Senasa el cambio de un criterio que se ha mostrado ineficiente a lo largo de los años.
Pero el dirigente aclaró que esta resolución solo “flexibiliza” y no llega a modificar la esencia del plan de Control y Erradicación de la Garrapata que Senasa implementó por la Resolución 382 del 15 de junio de 2017. Allí se establece que los movimientos de hacienda con destino a zona indemne o de erradicación, deben ser fiscalizados en un 100% para que la hacienda salga “limpia”, incluso cuando su destino sea la faena.
Este nuevo cambio tiene el aval del Ministerio de la Producción de Corrientes, que según la normativa publicada ahora fue quien solicitó “que se permitan los movimientos de las tropas dentro del territorio de la provincia y que tengan como destino final la faena inmediata en establecimientos habilitados, sin necesidad de realizar el proceso de inspección y despacho previo”. Corrientes en considerado un territorio endémico y por tanto se favorecerá así la faena de hacienda dentro de la provincia, eliminando las diferencias entre la zona de erradicación y la zona sucia.
Los impulsores de esta medida creen que el Senasa debería permitir ahora los movimientos de todo el ganado (y no solo el que fuera destinado a faena) sin caer en controles excesivos, que solo redundan en mayores costos para los productores sin aportar mejorías concretas en el control de la plaga.