Los precios internacionales de los granos están muy altos en términos históricos. El ingreso de agrodivisas es récord. Y, seguramente, las empresas que fabrican y comercializan camionetas de uso agropecuario están trabajando como nunca. Pero no es así.
Como la mayor parte de los componentes de los vehículos fabricados en territorio argentino es importada, el sector depende de los dólares que el gobierno nacional le otorgue al tipo de cambio oficial.
La cuestión es que en los últimos tiempos los funcionarios del Banco Central (BCRA) y de Desarrollo Productivo que manejan la “canilla” de divisas y deciden quién recibe tantos dólares y cuándo, están un poco avaros en lo que respecta al sector automotriz, razón por la cual la oferta no logra satisfacer a la demanda, como puede verse claramente en el segmento de camionetas de uso agropecuario.di
Luego de superar las 7100 unidades patentadas en junio pasado, en julio las ventas de las principales camionetas comenzaron a bajar para cerrar el mes de agosto pasado con poco más de 5500 unidades, cuando la demanda tiene capacidad de absorber un número sustancialmente superior. El mes pasado se recuperaron un poco, pero siguen muy lejos del “apetito” de la demanda proveniente mayormente del campo.
“Los números de septiembre nos dan un acumulado anual que sigue siendo positivo, son números casi épicos si tenemos presente que hoy tenemos concesionarias prácticamente vacías por la falta de unidades para ofrecer”, afirmó el Presidente de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), Ricardo Salomé, en referencia a la disrupción existente entre la oferta y demanda de vehículo.
“Entendemos que los dólares son prioritarios para la macroeconomía, pero siendo justos es importante decir que en nuestra actividad la balanza comercial de autos terminados con Brasil es positiva: este año exportaremos a Brasil 230.000 vehículos, de 25.000 dólares promedio, y se importarán 180.000, de 15.000 dólares promedio, por eso pedimos un esfuercito extra hacia nuestro sector”, añadió.
Salomé recordó que la actividad de los concesionarios representa 176.000 empleos directos y 530.000 indirectos, “pero hoy los salones están cuasi vacíos, sin vendedores y hay toda una industria paralizada”, cuando, debido al retraso cambiario, existe una proporción considerable de clientes potenciales por renovar vehículos.