Estuvieron lúcidos el jueves los dirigentes de las entidades rurales cuando recibieron la invitación para asistir al acto en el que el equipo económico iba a anunciar algunas medidas que ya se habían anticipado en su trazo grueso, básicamente una rebaja de 3% en las retenciones a la soja, pero temporal, hasta fin de diciembre.
Los integrantes de la Mesa de Enlace decidieron esquivar el convite con la excusa de que estaban lejos de Buenos Aires y que lo que se iba a anunciar allí no era algo de lo que ellos reclamaban. Finalmente fue peor. Su ausencia evitó así que el sector primario convalidara lo que finalmente fue solo un pacto entre Martín Guzmán, el ministro de Economía necesitado de dólares, y las grandes cerealeras. Este acuerdo, anudado a espaldas de las entidades rurales y del propio Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), se plasmó con el regreso del tan discutido diferencial de retenciones para el aceite y la harina de soja.
Hubiera sido un papelón que Jorge Chemes (CRA), Daniel Pelegrina (Sociedad Rural), Carlos Achetoni (Federación Agraria) o Carlos Iannizzotto (Coninagro) hubieran bendecido esta medida con su presencia en el acto. Cuando se eliminó el diferencial de retenciones en agosto de 2018, ellos mismos salieron a respaldar enfáticamente la decisión, ya que consideraron siempre que detrás de esas política justificada en la necesidad de agregar valor a la soja se esconde un subsidio directo de los chacareros a las grandes aceiteras.
Con el acierto de no haber ido, la Mesa de Enlace se expidió este viernes sobre los anuncios del gobierno, que escondieron el regreso de este diferencial entre una rebaja temporal de 3 puntos en las retenciones a la soja.
“Para ser claros: una baja circunstancial y temporal de unos puntos de retenciones no resuelven ninguna situación. De hecho, sólo beneficia a algunos actores, que en particular no somos los productores agropecuarios. En rigor, estos anuncios están orientados más bien a una transferencia de los productores a otros sectores de la economía”, analizó la Mesa de Enlace.
Para los ruralistas, entonces, “las medidas anunciadas por los ministros Guzmán, Kulfas y Basterra en relación con nuestro sector son insuficientes y no abordan la problemática real de los productores agropecuarios”.
En el comunicado, el bloque rural (que en los últimos días recuperó bríos de la mano de estas y otras medidas del gobierno peronista), recordó que “en las dos reuniones que mantuvimos con Alberto Fernández, tanto en su condición de candidato como de presidente electo, sostuvo que su Gobierno no tomaría medidas que afectaran al campo sin consultar a la Comisión de Enlace”.
No hacía falta, pero recordó que tampoco “este no ha sido el caso”.
Los dirigentes del agro reiteraron que lam falta de divisas que padece la economía no tienen nada que ver con el sector, sino que “es una consecuencia de las pésimas políticas de exportación que se han tomado, mirando solo la recaudación y desalentando el crecimiento de la producción exportable”.
“Todo lo expuesto hoy por los funcionarios son medidas aisladas, que asemejan parches, pero no definen pasos a seguir ni son políticas integrales. Parecieran sólo buscar resolver problemas fiscales serios, que como entidades conocemos, pero este no parece ser el camino adecuado. Consideramos que hay que pensar propuestas para producir dólares genuinos”, dijeron.
Peor todavía, hablaron de la baja calidad de las medidas. “Creemos que los anuncios demuestran que los funcionarios desconocen la dinámica comercial y logística de la producción de granos. El verdadero objetivo de las medidas, la reimplantación del diferencial, ha quedado expuesto”.