Las ventas de urea avanzan en el mercado argentino en línea con precios más acordes a los márgenes proyectados del negocio de trigo y cebada 2024/25, pero las de fertilizantes fosfatados siguen muy “flojas” porque la mayor parte de los productores esperan que también se ajusten a la baja.
Los últimos negocios de importación de urea granulada se hicieron en el rango de 320 a 330 u$s/tonelada CFR. “Sin embargo, los compradores ahora apuntan a precios por debajo de los 320 u$s/tonelada de acuerdo a la baja de precios en el mercado CFR de Brasil”, indica el último informe de la consultora IF Ingeniería en Fertilizantes.
Con el inicio de la campaña de granos finos se reactivaron las ventas de urea ante la baja del precio del fertilizante combinada con una suba de los precios del trigo y de la soja correspondientes al nuevo ciclo 2024/25. Afortunadamente, este año la humedad no representa una limitante en la mayor parte de las regiones agrícolas.
“Se espera una demanda de negocios y logística muy concentrada, debido a la poca anticipación que ha habido en la precampaña de fina”, apunta el documento.
Increíblemente, aún no se instrumentó la reducción de aranceles de importación para fertilizantes anunciada por el ministro Luis Caputo el pasado 10 de abril., lo que contribuiría a mejorar el precio de los fertilizantes en general y de los fosforados en particular.
“Por el lado del fósforo, esta semana se registró un interés generalizado por parte de los importadores por retomar el abastecimiento para el final de la demanda de fina. Así es que se dio un buen nivel de oferta de diferentes orígenes, principalmente ruso y marroquí, con posibilidad de llegar para la última demanda de siembra fina”, remarcó IF Ingeniería en Fertilizantes.
Se informó la venta de un embarque de fosfato monoamónico (MAP) ruso para carga en la segunda quincena de mayo con referencias de precios alrededor de 595 a 600 u$s/tonelada CFR, algo por debajo de las últimas compras registradas en 605 a 610 u$s/tonelada. “Las ofertas de productos chino están más económicas, pero no llegarían para el fina de la campaña de trigo”, explicó.
La demanda interna de fosfatados continúa muy retrasada a pesar de la proximidad de la siembra de granos finos. La mala relación de precios es el principal factor en la demora de las decisiones por parte del productor, quien está esperando un ajuste a la baja de los precios para tomar la iniciativa.