El pasado martes 2 de septiembre se registró en el mercado disponible argentino un volumen inusual de ventas de soja en un contexto general de comercialización acotada del poroto.
El fenómeno, que se atemperó ayer miércoles, fue impulsado por el mensaje de un funcionario del gobierno nacional que encendió las alarmas entre muchos asesores financieros de empresas agrícolas.
“El Tesoro Nacional anuncia que a partir del día de la fecha participará en el mercado libre de cambios con el fin de contribuir a su liquidez y normal funcionamiento”, publicó sorpresivamente en redes sociales el secretario de Finanzas del Ministerio de Economía, Pablo Quirno.
Ese mensaje fue interpretado por algunos asesores financieros como una señal de debilidad de la política cambiaria y recomendaron a sus clientes vender remanentes de existencias de soja ante una eventual depreciación del peso argentino.
En ese marco, el martes se negociaron casi 250.000 toneladas de soja en el mercado disponible, según registros de la plataforma Sio Granos, lo que contrasta con el magro volumen operado en el último mes.
En las últimas jornadas se registraron los niveles más elevados del ciclo comercial 2024/25 de la soja Rosario “billete”, es decir, cuántos dólares reales quedan en la mano del empresario agrícola al vender el poroto considerando el dólar negociado en el mercado bursátil argentino –según la referencia del BYMA–, dado que las empresas tienen vedado el acceso al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC).
De hecho, el máximo de la serie ocurrió el pasado 21 de agosto con un valor de referencia de la soja “billete” de 299,5 u$s/tonelada, el cual posteriormente fue descendiendo hasta tocar los 292,5 y 293,5 u$s/tonelada el martes y miércoles de esta semana.
El efecto “susto”, que provocó un salto de las ventas de soja el martes, la realidad es que no tiene mucho fundamento político, ya que el gobierno tiene en sus planes intervenir fuerte el tipo de cambio hasta las próximas elecciones legislativas del 26 de octubre.
Sin embargo, el fenómeno registrado es evidencia de que algunos empresarios agrícolas están optando por dolarizar al menos una porción de sus granos para cubrirse del riesgo político, ya que es muy difícil que la soja “billete” vuelva a superar los 290 u$s/tonelada si e llegara a sincerar el valor del tipo de cambio.