El sector agrícola mantiene sus alarmas encendidas. Las lluvias esperadas para el último fin de semana no llegaron, y en lugar de lo anunciado, solo se registraron lloviznas y chaparrones aislados, con acumulados de menos de 10 milímetros (mm) en algunas áreas.
La Bolsa de Cereales de Rosario (BCR), a través de su servicio Guía Estratégica para el Agro (GEA), alertó que la falta de agua amenaza a cerca de 2 millones de hectáreas de trigo que se encuentran en condiciones regulares a malas.
“Si las lluvias no llegan en una o dos semanas, se prevé una caída marcada y abrupta en las posibilidades productivas. La situación se agrava porque muchos cultivos de trigo se sembraron con reservas de agua muy ajustadas y lejos de las recomendaciones agronómicas”, indicaron.
Si bien algunas áreas recibieron entre 10 y 30 mm de lluvia en septiembre, lo que se considera el promedio para el mes, desde la Bolsa explicaron que estas cantidades no son suficientes para garantizar un cultivo exitoso. Con estos índices, la deuda de agua en Argentina llega hasta los 4 años.
“Los pronósticos actuales indican que las probabilidades de lluvia significativa en la Región Pampeana, que abarca importantes zonas de cultivo, son muy bajas hasta finales de septiembre. Si bien puede haber inestabilidad en los próximos días, se espera que los montos de lluvia sean inferiores a los 10 mm en Buenos Aires y la región núcleo. Por otro lado, el extremo noreste del país, específicamente Misiones y Corrientes, se enfrenta a amenazas constantes de inundaciones debido a pronósticos de tormentas importantes”, detallaron.
“La esperanza de un cambio significativo en el patrón de lluvias parece depender de los últimos días de septiembre o los primeros días de octubre”, concluyeron.