El aumento de retenciones en harina y aceite de soja tendría un impacto menor en la recaudación tributaria al considerar las variables actuales presentes en el negocio.
“Para 2021/22, considerando las DJVE ya emitidas, se podría incrementar la recaudación en 425 millones de dólares (265 millones para harina de soja y 160 millones en aceite)”, apunta un informe publicado hoy por el Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales (Fundación INAI).
Vale tener en cuenta que la recaudación esperada por derechos de exportación se incrementó en 1200 millones de dólares producto de los precios impulsados por la sequía en Sudamérica y el conflicto ruso-ucraniano.
“Un incremento en el impuesto a la exportación de aceite y harina desalienta el procesamiento local, ya afectado por la menor disponibilidad de poroto local e importado producto de la sequía. Este efecto se vuelca, además, al sector primario, debido a que se afecta su capacidad de pago”, señala el informe del INAI.
“La sola posibilidad de primarizar las exportaciones pone en clara desventaja a la Argentina, condenándola a concentrar las ventas a un solo destino -China- en los meses posteriores a la cosecha, recibiendo precios más bajos, con impactos negativos para las distintas regiones productivas del país”, añadió.
Por tal motivo, el documento asegura que la eliminación del diferencial arancelario para la harina y el aceite de soja, al equiparar el mismo con el 33% del poroto, “se enmarca en una situación compleja para la principal industria de exportación de Argentina, que viene siendo afectada por años de estancamiento en la producción y pérdida de posiciones en el mercado mundial”.
La actividad de la Fundación INAI es financiada por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la Bolsa de Cereales de Córdoba, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara), el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), y la Federación de Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales.