Luego de tres años de ajustes y pruebas, integrantes de la Cátedra de Mecanización Agrícolas de la Facultad de Ciencias Agrarias de Balcarce (UNMdP) publicaron un protocolo de verificación técnica de equipos pulverizadores terrestres autopropulsados.
El documento cuenta con una guía didáctica para la inspección del sistema de pulverización de los equipos, que está basada en normas internacionales y optimizada con más de 70 equipos evaluado
La guía contempla criterios para la evaluación de la barra de pulverización, del depósito de caldo de pulverización y sistema de carga, filtros y tuberías, bomba de pulverización, sistema de agitación, incorporador del producto, sistemas de medición y controles, picos y pastillas, distribución transversal y velocidad de avance, además de pautas para la generación de un informe sobre los defectos relevados.
En lo que respecta, por ejemplo, a la precisión del manómetro, se indica que la precisión del mismo debe ser de ±0,2 bar para presiones de trabajo comprendidas entre 1 bar (incluido) y 2 bar (incluido). Para presiones superiores a 2 bar, el manómetro debe medir con una precisión de ±10% del valor real.
El fiel del manómetro debe permanecer estable para permitir la lectura, una a una, de las presiones de trabajo. Con el sistema de pulverización funcionando, se debe observar si el fiel permanece estable en cada lectura. También se recomienda la evaluación mediante un ensayo que abarque presiones entre 1 y 6 bar, con intervalos de 0,5 bar, de manera tal que la comprobación se realice en sentido creciente y descendiente de la presión.
En cuanto a la distribución transversal, la misma se evalúa teniendo en cuenta que el coeficiente de variación (CV) no debe superar el 10% y la cantidad de líquido recogido en cada canaleta del banco de ensayo de pastillas en la zona de solapamiento no debe variar en más de un ±20% del valor medio total.
Para realizar esa evaluación –se indica– es necesario contar con un banco de ensayo especializado de determinación de distribución transversal de líquido pulverizado. El evaluador deberá colocar la barra de pulverización a una altura de 50 centímetros; fijar una presión de ensayo dependiendo de las características de las pastillas utilizadas; colocar el banco de ensayos debajo de la barra de pulverización, procurando que el líquido pulverizado sea recogido por el mismo; no colocar las probetas al final del banco de ensayo; y accionar el sistema de pulverización por dos a tres minutos antes de iniciar el ensayo.
Posteriormente, el inspector debe colocar las probetas al final del banco de ensayo y hacer funcionar la máquina por un tiempo determinado, suficiente como para llenar tres cuartas partes del volumen total de las probetas; visualizar la uniformidad de distribución de la barra a partir de indicadores dentro de las probetas; registrar el volumen recogido en cada probeta y realizarle los análisis pertinentes para conseguir calcular índices como el CV, caudal total y caudal medio.
A partir de la información obtenida, deben elaborarse los correspondientes histogramas de distribución. El volumen total pulverizado se determina a partir de la suma de las cantidades de líquido recogidas en las diferentes canaletas. Y para determinar el valor medio total se dividirá el valor total por el número de canaletas que hayan recogido líquido.
Protocolo_VTEAT_2021-Final