Aunque la temática no parece ir mucho más allá de la mesa de entrada del Congreso, la agroecología sigue sumando porotos entre los legisladores. Esta vez fue el turno de una diputada del Socialismo santafesino, la ex intendenta de la ciudad de Rosario Mónica Fein. Al presentar su iniciativa aseguró que “plantea un enfoque novedoso”, pues plantea que haya un fondo de 1.800 millones de pesos para promocionar la transición hacia la agroecología a partir de la creación de “parques agrarios”.
“El presente proyecto de ley pretende impulsar múltiples transiciones agroecológicas en los territorios rurales, periurbanos y urbanos argentinos. Plantea el enfoque llamado transicional, que a nuestro entender puede zanjar las diferentes visiones contenidas en los proyectos presentados sobre la temática. El propósito general de este proyecto de ley reside en inyectar movimiento a la transición agroecológica”, afirmó en los fundamentos de la iniciativa la santafesina Fein.
“Aun cuando la perspectiva sistémica desde la cual se aborda dicho proyecto, comprenda las actividades organizadas de producción primaria, agregado de valor, distribución, comercialización y consumo; el énfasis está puesto en la producción primaria agrícola, porque es en ella dónde se inicia la creación de riqueza material y, al mismo tiempo, la fuente de contaminación ambiental principal”, señaló a continuación.
Mirá la iniciativa completa acá:
4340-D-2022En su artículo 3° la legisladora incorporó los diez elementos que, según la FAO, hacen que una producción sea considerada agroecológica:
- Diversidad de especies biológicas y recursos genéticos.
- Creación conjunta e intercambio de conocimientos.
- Sinergias que potencien las principales funciones de los sistemas alimentarios.
- Eficiencia en el uso de recursos.
- Reciclaje
- Resiliencia de las personas, las comunidades y los ecosistemas.
- Valores humanos y sociales para proteger y mejorar los medios de vida, la equidad y el bienestar social.
- Cultura y tradiciones alimentarias apropiadas que apoyen dietas saludables y diversificadas.
- Gobernanza responsable, transparente, inclusiva y eficaz.
- Economía circular y solidaria que priorice el desarrollo económico local.
Acto seguido, abordó las “cinco etapas de la transición, que no necesariamente son secuenciales”: la optimización de insumos y prácticas de manejo, la sustitución de insumos y prácticas convencionales, el rediseño del agroecosistema, la transformación de los agroecosistemas y el incremento de la resiliencia de los agroecosistemas.
El proyecto tiene en cuenta el establecimiento de un “Instrumento para la Evaluación del Desempeño Agroecológico (TAPE)” elaborado por FAO, que serviría para “medir científicamente la sostenibilidad de los sistemas alimentarios y de las transiciones agroecológicas, adaptándose a los diferentes agroecosistemas y dándole continuidad en el tiempo para la generación de datos históricos y medición del progreso de las transiciones antes aludidas”.
Y además del instrumento de evaluación, se definen en la iniciativa “dos herramientas para avanzar hacia agroecosistemas sostenibles”.
La primera insta a los gobierno a fijar un programa anual de metas de intensificación que se implementarán en el territorio, y que deberán comprender los diez puntos del artículo 3.
La segunda crea la figura de “Parques Agrarios” como un “modelo de gobierno territorial para la planificación, gestión y consolidación de una zona urbana o periurbana interjurisdiccional, contribuyendo a su viabilidad económica, y destinada a potenciar y proteger la agricultura de proximidad, contribuir a la estabilidad en el acceso y uso del suelo agropecuario, fortalecer la producción de alimentos de cercanía y sus actividades complementarias, en armonía con valores ecológicos, sociales y culturales”
Finalmente, el proyecto contempla la creación de un Fondo Nacional de Fomento a la Agroecología de 1.800 millones de pesos para financiar a dichas transiciones, además de incentivos fiscales y financieros a implementarse desde el gobierno nacional.